#14 Lover

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Bill había corrido con prisa a su casa en la búsqueda de (t/n). Con Beverly dudando que la chica en cuestión hubiera ido a su propia casa. Decidió comenzar a buscarla desde donde pudo sentir la fuerte corriente de viento que casi los envía al suelo. Moviéndose con su bicicleta, adentrándose en la dirección de la cantera. Asomo su cabeza hacia abajo, al lago en cuestión, en donde pudo observar a (t/n) saliendo del agua con sus vestimentas de antes, ahora completamente empapada. 

Se animo a comenzar a bajar de donde estaba. El sonido de pasos atemorizo a (t/n) quién inmediatamente estaba tensa. Hasta que pudo visualizar a Beverly. Permitiendo poder calmarse nuevamente. Sentada cerca del agua, aferrándose a sus piernas. 

—Me temía que estarías aquí — hablo ella primero —. Fue por donde sentí que esa corriente de viento podría venir.

—Oh...

Fue lo único capaz de contestar (t/n) sin moverse. Sus ojos (c/o) observando el agua en un leve y calmo movimiento.

—¿Qué fue lo que eso te mostro para que tuvieras que desaparecer así? 

Pregunto. Moviéndose, y sentándose a un lado de (t/n) también aferrándose a sus propias piernas, apoyando su cabeza en estas mientras miraba a (t/n). Sin querer acercarse demasiado al no saber que sentía exactamente su amiga. 

Dándole su propio espacio en esos momentos.

—A mi. 

Contesto finalmente (t/n). No podía llorar después de todo el llanto de hace un momento. Estaba cansada. E incluso triste, pero ya no había ni una lagrima, como si se hubiera secado por completo. 

—Vi mi futuro. — completo cuando Beverly no comprendió todo exactamente —. No me reconocí de forma inmediata, hasta que hablo... era yo, en veintisiete años más. 

—Quizá eso solo estaba molestándote...

Pero (t/n) la miro de forma fija con el dolor marcado en su rostro. Ese dolor de saber que todo lo que no quieres que sea real, lamentablemente lo es.

—Bev... era real. Sé que no me mintió con eso. En... veintisiete años más, eso va a volver. Mike va a llamar a cada uno de nosotros; y...

—¿Y?

—De los ocho... solo llegaran seis. 

—Pero, puede que no te vieras en el momento... y que... llegues más adelante.

—No, Bev... no voy a llegar, porque... estaré muerta. ¿Recuerdas a la mujer del cuello roto de la que te hable? Soy yo. 

Se planto un silencio en todo ese momento. En calma observando hacia el agua en movimiento suave. Notando pronto una tortuga nadando con total tranquilidad a una distancia de ellas. Beverly se quedo ahí en un silencio calmo, aceptando que lo que su amiga estaba diciéndole era cierto. 

De ocho; solo seis iban a volver. ¿Quién era el otro? No se animo a preguntarle a (t/n).

—Tenemos que derrotar a eso — animo Beverly —. Cuando fuimos a verlo, lo supimos (t/n), sabemos como derrotarlo.

—¿Lo sabemos? — pregunto (t/n) con confusión, pero su animo elevándose con eso —.

—Su corazón. 


Desde aquella ocasión en cada momento que Beverly iba a visitar a la familia Denbrough, entre los tres conversaban acerca de aquello. En como tenían una posibilidad de acabar con eso, sin tener que volver a enfrentarlo en unos años más. E incluso, gracias a Bill consiguieron obtener la respuesta de quién era el otro miembro del grupo que moriría antes de volver a Derry, contestando con su mirada en el suelo: Stan. 

Lover {Eddie Kaspbrak & Lectora} FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora