15.

39 2 4
                                        

Nueve obispos, una ciudad que liberar.

































P.O.V. Josh




Tenemos algunos datos suficientes, a comparación de hace un par de meses. En este momento la mayoría nos sentimos como si hubieramos desenterrado un tesoro.


Ese tesoro es Tyler.


Aunque no cantamos victoria aún, nos falta más información; hemos planeado que algunos pocos entremos a investigar la base central de DEMA. Es una misión muy peligrosa, pero valdrá la pena al final.


Dentro de dos días partiremos. Nos cubriremos con todo el amarillo posible para pasar desapercibidos.


De mientras solo viviremos lo que podamos antes de eso. Quiero pasar el mayor tiempo posible con Tyler.



Debo admitirlo, el me hace sentir cosas que jamás en mi vida había sentido. Nunca dudé de mi orientación sexual; aunque siempre he pensado que cuando la persona es la indicada, sin importar su género, es la indicada. Me parece alguien muy tierno y en que además puedo poner toda mi confianza, me siento muy cómodo con él y eso me hace feliz.

















Me fuí en dirección al pequeño bosque, ya que él me comentó que estaría ahí.


Comencé a rozar los primeros árboles que daban al fondo del ecosistema. Pude divisar una silueta delgada y supe que era él.




Down in the forest.


Down in the forest.






Creo que sintió mi presencia acercarse y dejó de tararear una melodía que apenas pude distinguir.




—Hola Ty, ¿Qué haces?

—¡Josh! No pensé que vendrías a buscarme, ¿pasó algo?

—No, en absoluto. Sólo que tengo algo de tiempo libre y quise venir a acompañarte. ¿Qué canción cantabas?

—En realidad no es en específico una canción, es solo un par de versos que se me ocurrieron.

—Cool, ¿Escribes canciones?

—En sí no podría afirmarlo. Solo escribo a veces para sentir un escape. Si tuviera que cantar cada uno de mis versos tendría que hacerlo muy rápido.— Soltó una pequeña risa.

—¡Podrías rapearlas! Le da un toque.

—¿Tu crees? Lo pensaré.


—En fin, te veías algo frustrado cuando llegué. ¿Es qué no encuentras las palabras correctas?

Se quedó un rato con sorpresa en sus ojos.

—¿Tanto se me nota? ¿O por qué parece que puedes adivinar lo que pienso?

Ambos reímos.

—Bueno, ¿y que es lo que planeas ahora? A lo lejos escuché que decías un par de palabras.


Luego de un pequeño silencio pensando que decir, mencionó:

—E-n realidad sólo tengo eso, no me llega inspiración.

—¡Yo seré tu inspiración!



Para romper el silencio incómodo que se tornó entre nosotros, canté lo primero que se me ocurrió.


heavydirtydema // joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora