17.

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Finalmente se encontraba aquí.


















Se hallaba ahí la fuente principal, unas lámparas muy grandes, con la luz neón más resplandeciente que ha visto.


Sosteniéndolas estaba una base en forma circular, y detrás de ellas una clase de estatua de una persona crucificada con una manta roja encima, como la vestimenta que los obispos ocupan.


Al acercarse a ella, la estatua parecía demasiado real y perturbadora.







—¿No será qué por eso los llaman Nico y los Nueve, porqué en realidad eran diez?







Josh quedó horrorizado. Saber que ellos tuvieron que sacrificar a uno de los suyos por puro simple poder era algo que lo enojaba y perturbaba. Tomó su radio y contactó con Brendon.


—¿Brendon? Ven ahora mismo con todos los demás, escalera derecha.

—Bien, voy para allá.



Y cuando todos llegaron, habló Chester, uno de los encargados de las investigaciones.

—Sin duda. He aquí, compañeros, la fuente de los poderes de los obispos. Tenemos que destruirla cuanto antes, esto los dejaría sin defensas y acabaría con la hipnósis; ya que la energía de las demás luces no tendría a donde ir.

Y comenzaron dándoles golpes, uno tras otro, todos juntos. Pero era inútil, el cristal era demasiado resistente.

—¡Maldita sea!.— Josh entró en desesperación, ¿Y si no lo lograba?

—Tranquilo, ya veremos que hacer. Chester, ¿Alguna idea?

—Estoy en eso, ¿Alguien trae fuego? El cristal por más grueso que sea puede romperse hasta llegar a una determinada temperatura o presión.

—¡Eso es! Troye trajo gasolina, ¿Con que lo bañemos y le prendamos fuego es suficiente?

—Podría alcanzar, pero para que sea más seguro que se destruya es que mientras se quema se volvería más fácil romperlo, pero es peligroso.

—¡Eso es! ¡Podemos lanzar las sillas que están en la otra habitación!

—Eso servirá.






Entonces comenzaron a trabajar.


Una vez que rociaron la base con la estatua y las lámparas hicieron el fuego y comenzaron a arder en llamas.


—Esperen a mi señal para lanzar las sillas, tienen que estar a la temperatura perfecta.

Después de unos minutos, el plan no tendría vuelta atrás.

—¡Ahora!


Y con la mayor fuerza que pudieron lograr, lanzaron las sillas y estás atravesaron el cristal. Provocando un estruendo monstruoso.



—¡Lo logramos! ¡Con la gasolina que queda sigan bañando a este lugar en llamas! Brendon, quédate aquí hasta conprobar el fin de este edificio. Yo iré a evacuar a las personas.

—¡Vale! ¡Te estaré comunicando por la radio!






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Josh y su equipo pasaban entre los demás edificios para evacuar a todas las personas y llevarlas a Trench.


heavydirtydema // joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora