08: Enfermería

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—Sí, le preguntó directamente su nombre, es un poco extraño si lo dices o te acercas de un momento a otro.

—¿En serio? ¿Él solo se levantó y fue directo al tipo?

—Sí, te digo que es extraño. Desde que entró a esta secundaria, simplemente... actúa como si no existiera nadie además de él... No es que nadie haya intentado acercarse, él los alejó a todos.

—¿Pues en que año va?

—Está en el mismo grado que Adachi y Jung, solo Jung ha estado por más de una vez en su salón... así que es por eso que es...

JinHo se encogió en la camilla de la enfermería, estaba cubierto con una manta y podía escucharlos, cada palabra. Estaba sorprendido, uno de esos dos apellidos era de WooSeok... y saber que estuvo ahí, junto a él durante bastante tiempo, fue sin duda estresante.

Un sabor del que estaba muerto por sentir, no por la esencia que desbordaba su boca, sino por la fascinación de una nueva reacción. Esperanza, le quería llamar. Pero parecía que estaba siendo muy complicado.

Dejó que hablarán mientras le subía el volumen a sus paredes contra el mundo. Cerro sus ojos y se obligó a volver a dormir, su nariz había sangrando por el golpe que fue directamente al centro de su cara.

La enfermera solo había arrugado el rostro como si pudiera sentir el dolor por su rostro y se apuro a curar al bajito. Le sonrió como siempre y lo miro con un trato casi especial, sus ojos siempre reflejaban comprensión además de tristeza, pero no dejaría de venir si eso significaba saltarse clases.

Con un par de parches para el dolor muscular, se quedó dormido. Los dos chicos se fueron y el silencio regresó a la habitación, no para oídos de JinHo.

Apretó entre sus manos el pequeño aparato, inconsciente de su fuerte dependencia a este.

Cuando despertó, miro el reloj en su muñeca antes de suspirar,era hora de ir a casa, una vez mas había escapado. Se puso los zapatos y saltó de la cama. Sus cosas tal vez estaría en el mismo lugar, así que solo iría por ellas e iría a casa.

Se detuvo un segundo en el gran ventanal que daba al campus y miro a un grupo de chicos, todos ellos riendo y jugando. Colocó una mano sobre este, espectador ante aquélla escena. Sacudió su cabeza y siguió caminando. Quitó los auriculares y dejó que el silencio calmara sus oídos palpitantes ante el abuso excesivo.

Entro al salón y vio a WooSeok borrando la tiza del pizarron.

Oh.

Se quedo un poco pasmado de ver a alguien aún en el salón, una nueva sacudida lo pudo nuevamente en marcha. Sus cosas sí seguían en su asiento.

¡WooSeok sabe dulce! [WooHo]Where stories live. Discover now