10 : Oídos.

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Salió del salón cuando se informó que el profesor no podría llegar. JinHo decidió que iría a ver a su tutor, esperando silenciosamente que no le diera un nuevo sermón por las faltas a clases. Necesitaba estar en vacaciones ya.

Dejó una nota al representante de la clase, con su firma antes de caminar en dirección a la salida.

Tocó la puerta de la oficina de su tutor en cuanto llegó y espero que este le diera el permiso, una vez dado JinHo entro.

—Que bueno que te veo, necesito hablar de algo.— El viejo profesor con ese característico aroma a pan de nuez con gafas circulares más grandes que sus mejillas dejó su agenda en el escritorio, JinHo supo que de está no se salvaba.

Asintió con pesar fingido, y eso pareció darle gracia al profesor.

—¿Sabes porqué de estas aquí, verdad?— Cuando JinHo asintió, este suspiró, —JinHo, sé que tu condición no es un impedimento, tampoco las faltas o esa excesiva manía tuya de meterte en problemas e ir a la enfermería...—Volvió a reír cuando vio que JinHo se encogió de hombros, —Necesitas parar. A este paso nos multaran por tu impresionante registro de heridas durante clase...

El silencio invadió el lugar después de esa última frase, tan tranquilo como era el profesor, sabía que estaba al límite.

Suspiró un poco.

Esta era una advertencia pacífica.

—Entiendo que sea difícil,— El profesor continuo con su platica, acomodó sus lentes antes de girar su asiento un poco, algo visiblemente confuso, —pero me estoy preocupando... tus relaciones sociales son nulas, tu desempeño en la escuela y tus calificación están dentro del promedio pero sé que puedes dar más... estás en tercer año y aunque te faltan algunos más, sino aprendes a sobrellevar esto...

—Lo entiendo. — JinHo presionó su antebrazo inconsciente, rascando para tratar de intentar reducir su inconformidad. —Dejaré de faltar a clases si es lo que quiere... pero no le prometo que haré amigos, o hablare con todos.

—Me parece justo, sin embargo, debes hablar por lo menos con un par o unos cuantos.

—No lo haré.

—JinHo...

—No lo haré.

—…—Miro cuándo JinHo se colocó de pie y se acercó a la puerta. —Sé que puedes hacerlo, solo falta un poco de práctica. Tu enfermedad no es un impedimento....

JinHo lo miro con una ceja alzada antes de reír un poco. —No es una enfermedad.

Cuando abrió la puerta chocó con un chico solo unos centímetros más alto que él, este se veía nervioso, y ansioso, como sí... 

Hubiera escuchando todo.

JinHo levantó una ceja antes de colocarse el auricular y salir.

«Mierda...»

¡WooSeok sabe dulce! [WooHo]Where stories live. Discover now