Miraculous: Algo nuevo.

Capítulo 12

Bruce estaba encerrado en su habitación recabando pistas que lo ayuden a develar la identidad de Hawkmoth, pero aún no encontraba nada, la primera vez que se lo vio en vivo y en directo fue durante el festival del día de los héroes; y hasta el momento jamás se lo vio venir ni de un lugar ni de otro, como si se esfumara cada vez que aparece.

─Maldito─ bufo a regañadientes, cerró su laptop y se encaminó a la ducha, antes de ingresar al baño, alguien llamo a la puerta, rápidamente se giró y abrió, encontrando a su mejor amigo detrás de esta ─Gabriel─ musito en tono sorprendido

─Bruce Wayne─ dijo en tono molesto ─¿No fui claro contigo?

─¿De que hablas?─ pregunto crédulo

─Te quiero lejos de mi asistente─ lo señala con su dedo, Bruce se da la vuelta e inspecciona su habitación

─No veo a la señorita Sancoeur aquí─ mira a su amigo

─No te hagas─ cierra su mano ─Anoche no dormiste aquí─ comento con molestia ─Y vieron tu Lamborghini en el complejo habitacional donde vive Nathalie

─¡Nos seguiste!─ dice asombrado ─Por eso también estuviste afuera─ sonríe ─¿Gabriel que pretendes?

─No se de que hablas─ esconde su mirada

─Si te gusta Nathalie deberías decirle─ sugirió tranquilo

─¡Como te atreves a decir eso!─ grito ─Soy un hombre casado

─Sabes que no─ retrocede ─Mi cámara podrá mantenerla aquí, pero ella ya no está

─Ella va a volver, solo debo esperarla─ suspira

─Bien, entonces espero que deje de molestarte que pase tiempo con Nathalie─ acota mirándolo fijamente

─No quiero que la lastimes, es una gran mujer─ se excuso

─Jamas la lastimaría, ¿crees que no se lo grandiosa que es?─ desvía su mirada ─Estuve con cientos de mujeres y ninguna se compara con ella

─Solo me preocupa eso, si tus intenciones son buenas no tengo nada más que hacer aquí─ se gira

─Espero no te arrepientas de nada Gabriel─ toma la puerta ─Porque será tarde─ la cierra

El diseñador se va y se recluye en su habitación, estaba siendo invadido por una gran tristeza y no podía entender la razón de ello, el tenía que estar enfocado en vencer a sus enemigos, obtener las joyas y traer a su esposa de regreso, eso tenía que hacer, no podía perder el tiempo con otras cosas, pero cuando se trataba de Nathalie el simplemente no podía actuar como el mismo, era extraño, y sentía esas inmensas ganas de protegerla de todo y todos.

Por su parte Nathalie estaba sentada en su escritorio, ya había hecho todas sus tareas y aun le faltaban varias horas para terminar su turno; por primera vez en años sentía aburrido su trabajo, y eso sí que era extraño, tan extraño como verla sonreír.

─Tengo derecho a ser feliz,
Tengo derecho a ser feliz.

Comenzó a entonar, era una vieja canción suya, una de las primeras que compuso y se ánimo a cantar frente a más de dos personas.

─Primero yo, de ahora en adelante,
Primero yo, ya he sufrido bastante,
Por una vez, quiero que me demuestren que soy yo lo importante,
Primero yo, ya no vivo de sueños,
Primero yo, ya no quiero más dueños
De ahora en más entre amarte o amarme
Primero yo.

Hace una pausa y toma una una lapicera, gira su silla y le da la espalda a la entrada, cierra sus ojos y sin ningún tipo de miedo se dispone a tararear, está canción había sido una colaboración con otro contante, su mejor amigo, por lo que tenía una parte que ella no podía entonar, o eso creía, ya que una voz irrumpió en el lugar, sorprendiendola y aterrandola.