Habían pasado algunas semanas después de los hechos mensionados, Victoria Sancoeur se fue muy contenta con la visita a sus hijas y conoció al gran Gabriel Agreste, el cual parecía ser muy diferente al resto de los Agreste que lo predesedieron.
Hoy era un día difícil en la mansión, Gabriel había pagado su fianza con el gobierno francés y después le contó el motivo de su villanía a Adrien, este quedó en shock, más aún después de saber que su madre podría volver dentro de poco, el millonario investigo sobre los pozos de Lázaro, y descubrió que había uno en donde todo comenzó, el Tíbet, a unos pocos metros de donde el encontró junto a su esposa los Miraculous malditos, y en donde su desdicha comenzó.
Este partió temprano en la mañana con el féretro de su esposa en un avión privado con destino al Tíbet para intentar traerla de entre los muertos, Nathalie fue invitada a acompañarlo pero declinó la oferta argumentando que debía estar con Adrien, este parecía ser su momento más difícil y alguien tenía que cuidar de el. Una gran mentira por supuesto ya que solo se quedaba por sus propios motivos y no los del muchacho.
La azabache pensó todo el día en su habitación, pronto, en horas, la señora de la casa estaría caminando entre ellos, y el dolor que sentía en su pecho en estos instantes aumentaría con cada segundo.
Pensó y pensó, y solo una idea surco su cabeza, debía irse, tenía que irse, y el momento era ahora, el rubio estaba distraído en su habitación, escuchando música por lo que no escucharía su partida.
Con rapidez se levantó, tomo una maleta y abril su clóset, miró su ropa y sus trajes, los tomo con sagacidad y los metió dentro de la maleta, con dificultad y fuerza la cerró, para finalmente tomar un papel del cajón de su mesa de noche, y comenzar a escribir unas estrofas en el, adjuntando una nota de despedida; concretado el acto, doblo el papel, lo metió dentro de un sobre, agarró su valija y salió del cuarto, camino lentamente, se paró frente a la puerta de la habitación de Adrien, deslizó la carta por debajo de la puerta, y como si su vida dependiera de ello corrió hacia la salida, en la calle paro un taxi, se subió y abandonó el lugar aparentemente sin ser vista.
Mientras tanto en el Tíbet el cuerpo de la rubia era sumergido en las aguas del pozo de Lázaro ante la espectante vista de Gabriel, los minutos pasaron y nada sucedía, más minutos pasaron llegando a la hora y nada sucedió, el diseñador saco el cuerpo de la actriz y vio que este estaba igual que antes, sin ninguna señal de vida, impoluto e inmóvil, la tomo entre sus brazos y lloro fuertemente, en ese instante cayó en cuentas de que su esposa los había abandonado hace mucho tiempo, y que el único motivo de que su cuerpo este ahí, era que el no fue lo suficientemente fuerte como para dejarla ir, se aferró tanto a ella que se negó a ver la realidad.
En París, Adrien salía de su habitación, al hacerlo se encontró con una carta que estaba debajo de su puerta, la tomó extrañado ya que no entendía porque estaba eso ahí, si alguien trataba de contactarlo, Nathalie le habría dado la carta en mano.
Abrió el sobre, y saco el papel, lo desdobló y comenzó a leer, lo primero que se encontró fueron las estrofas de una canción, hermosa, pero triste, en ella relataba la historia de una mujer que se iba del lado de la persona que más amaba, yéndose con todo el dolor de su alma, debajo de la canción había unas palabras, escritas en puño y letra por nada más ni nada menos que la asistente de su padre.
"Gracias por tanto, fueron los mejores años de mi vida los que pase a su lado, pero no me puedo quedar más, cometí un pecado, uno más grande que ser Mayura, me enamoré de usted Gabriel, y no puedo quedarme sabiendo que en cualquier momento entrará por esa puerta sosteniendo la mano de su esposa, sonare egoísta pero esto es lo mejor que puedo hacer, irme de sus vidas, gracias, y Adrien lamento tener que dejarte, se fuerte y jamás olvides todo lo que te enseñe, espero puedas ser feliz.
Nathalie
El rubio dejo caer la carta y corrió a la habitación que le pertenecía a la teñida, al llegar vio la puerta abierta y el interior vacío, la cama desecha y los armarios abiertos y sin nada en su interior, con desesperación bajo y salió a la calle, viendo en todos los sentidos, sin tener ninguna señal de su querida asistente y amiga, sin dudarlo comenzó a correr, seguro estaba en casa de Claudia, seguro la encontraba ahí y la hacia cambiar de parecer, estaba equivocada y dolida, tenía que recapacitar.
Pero al llegar al departamento de Claudia todo se volvió oscuro para el, la menor de las Sancoeur se encontraba en casa, y de verdad desconocía el paradero de su gemela, la noticia la golpeó tanto que incluso lloró; alfinal del día Adrien volvió a casa y en ella se encontró con su padre, el estaba devastado, y solo.
─Papa regresaste─ dijo caminando hacia el, el hombre estaba sentado en el pie de la escalera
─Si hijo─ respondió melancólico
─Mama─ musitó y fue interrumpido
─Ella se fue hijo, se fue hace tanto y me negué a verlo, ni el pozo de Lázaro, ni los Miraculous pueden traerla, ya no esta─ suspira ─¿Has visto a Nathalie?─ pregunto parándose ─Quiero darle la noticia. . .
─Papa─ musitó, luego urgo en el bolsillo de su pantalón y de el saco la carta que recogió antes de ir a buscar a Claudia, luego se la extendió
─Por que no, supiste entender a mi corazón, lo que había en el, porque no, tuviste el valor de ver quién soy─ comenzaba la carta diciendo, el hombre empezó a sentir una puntada en su pecho ─Porque no, escuchas lo que está tan cerca de ti, solo el ruido de afuera y yo, que estoy a un lado desaparezco para ti, no voy a llorar y decir que no merezco esto, porque es probable que lo merezco pero no lo quiero, por eso me voy, que lastima pero adiós me despido de ti y me voy, que lastima pero Adiós me despido de ti. . .
Gabriel termino de leer con sus ojos humedecidos por el dolor, ella tenía razón, en todas y cada una de sus estrofas, el había sido un idiota, pero no sería un idiota dos veces, hizo un bollo con la carta y sin importarle nada salió corriendo de la mansión, siendo visto por su hijo el cual no entendía nada. Si Gabriel había aprendido algo en tantos años junto a Nathalie era conocerla a fondo y sabía exactamente a donde buscarla, porque si quieres huir de alguien debes hacerlo bien, y eso sin duda era en el lugar donde mejor te sentís, todo apuntaba a Avallon con el primo Eric, debía apurarse porque los servicios a Avallon solo salen de noche, y una vez a la semana, en sencillas palabras ahora mismo.
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Miraculous: Algo nuevo.
FanfictionNo es fácil ser un asistente ejecutivo, aun menos en la ciudad del amor y ni hablar para el diseñador más exigente de todo el mundo, en esta historia Nathalie llama la atención de Gabriel, y este se enamora en secreto de ella, pero habrá un obstácul...