La felicidad que viene en pequeños momentos

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Después de estos días que se están haciendo eternos y no, no por no poder salir. Recuerdo estar encerrada en mi cuarto días, semanas, meses, solo saliendo para ir al baño y cocina, disfrutaba mi soledad,mi aislamiento a los problemas y mi tristeza ocultándola debajo de la almohada. Limpié la casa, con arduo esfuerzo, mucho esmero en cada detalle, claramente en mi cabeza pasaba y confirmaba que tenía todo el tiempo para tremendo labor. Mientras limpiaba veía mi serie favorita, no por el trama, por los zombies y esa sociedad descarriada que se había formado luego del caos: muy interesante para ver mientras haces los quehaceres.

Como dije, mis días en la cuarentena si bien eran felices porque iba a tener todo el tiempo para poder quedarme en casa(hobbie que amo) y en el cual iba a estar casi sola debido a que mis familiares estaban dentro de esos trabajadores que sí pueden laborar. En las primeras instancias me dediqué a limpiar, la satisfacción de tener tu espacio impecable es único de verdad, no tengo palabras para describir la felicidad que parte de mí al ver mi piso reluciente y no una pila de ropa en mi sofá. Ordenar, refregar, sacudir cada rincón y luego sumirme en los programas para modelar lo que sea,me relajaba y hacía que me sienta tan productiva. Si bien puedo pasar el tiempo haciendo mil actividades que me llenan de felicidad, debo decir que no hay nada como ver a Sofía 5 minutos y sonreír de oreja a oreja, rebosar de entusiasmo y un no sé qué que me tiene a mil. En la tarde me había comentado que estaba en planes de hacer un pequeño boceto, luego que necesitaba acetato( como ella le dice), yo le digo MICA. Le dije que creía tener uno que otro por ahí, me dijo me lo das? Le dije que sí, pasan 2 minutos y me llama, contesto y me dice que está afuera de mi casa.

SONRISA. Eso fue lo que se me dibujó,lo que pasa cada que siento que la voy a ver o estoy a pasos de verla. Salí,la vi, nos reímos e ingresó. Se veía hermosa, tan tierna como siempre, tan abrazable( o mis ganas de querer abrazarla la veían así). Esperé a que pasara para claramente besarla. No la pude apachurrar como hubiera querido, pero ese " pico" en esos instantes lo era todo para mí. La gran ventana podría delatarnos y no me iba a arriesgar a que eso pase. Saludó a mi familia, tomó el acetato, salimos, un beso de despedida y ya. Todo habrá durado menos de 15 minutos, en mi interior quería que se quedara para siempre si se puede, esas ganas de querer todo con ella siempre están presentes, mi corazón va a mil y FELICIDAD es.

Felicidad es cuando me siento tranquila, orgullosa, entusiasmada por alguien o por algo. Dicho esto, siento felicidad por lo que la vida y Dios me están dando, gracias por las oportunidades y por todo, sentir todo esto es un placer tan inexplicable pero que sin ese toque de sorpresa hace que este camino sea placentero.
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A veces tenemos días felices, dichosos, aquellos que no serán olvidados en varios años y recordados con mucha melancolía, aún siento ese "no sé qué " cuando voy a verla, sin embargo, aunque he querido evitar algunos pensamientos el todo del amor nos atrapa y me ha atrapado.

21 años en el siglo 21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora