Día 4

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Al dìa siguiente despertò Lorem con una jaqueca terrible, hacia ya varios años que no bebìa tanto y el licor dulce siempre suele dejar un dolor de cabeza que te acompaña todo el dìa. Despertò en su cama en la Maisson Occopa y notò que Laure no estaba, junto a lampara esta vez, era ella quien habia dejado una nota.

"Buenos dìas guapo, he dejado en la mesa un vaso, una botella de agua mineral y una pastillas para la migraña, tòmate una, espero que te alivie pronto, fuì a sacar algunas fotos al pueblo, tambièn te dejè el desayuno, come bien, regreso a las 10:00 am". Att: Laure

Leyò la nota y empezò a hacer memoria acerca de lo que habia sucedido en la noche, recordaba que conversaron mucho y que le habia contado su historia con su amada Joana, se sentìa raro, tenìa mucho tiempo sin dejarse llevar por la bebida, y era un tema que no le gustaba tocar con nadie, pero Laure no era "nadie".

Se duchò, desayunò y se tomo las pastillas para el dolor de cabeza, ya completamente despierto y pensando con cabeza frìa, se sonriò para sì mismo, dandose cuenta que se sentìa mejor, no sòlo porque el dolor se disipaba, sino tambièn porque sentìa que liberaba de sus adentros aquella historia de dolor, se sentìa en transiciòn, dejando atràs el sufrimiento que le habia causado la mayor perdida que habia tenido en su vida, la muerte un gran amor.

Joana desde el cielo quizas compartia aquella sonrisa, porque la felicidad de alguien que amas debe hacerte feliz tambièn a tì. Y èl merecìa ser feliz el tiempo que le quedara en este mundo.

Lorem sabìa que estaba recorriendo por un camino que seguramente tenìa una sola direcciòn, donde el retorno no era una posibilidad, eso el lo sabìa y no sentìa miedo, la experiencia que tuvo con Joana lo convirtiò en un hombre valiente, capaz de avanzar hasta el ultimo centimetro del camino sin importar cual fuese el resultado al llegar a la meta.

Laure llegò a la habitaciòn del hotel exactamente a las 10:00 am, dicen que cuando pasas mucho tiempo a solas con una persona, involuntariamente comienzas a comportarte como el otro. Sabìa que el estaria despierto, que ya habrìa desayunado y que la estaba esperando.

-hola.

-hola, perdona lo de anoche, normalmente tengo el control cuando bebo...

-no importa. -dijo ella interrumpiendolo-.

-fue lindo que me contaras tu historia con Joana, no entiendo como una persona como tù, tan buena, que ha pasado por cosas tan difìciles como esa, se toma la molestia de traer a un viaje de un mes a una persona como yo.

-en el mundo sòlo hay personas.

-soy una persona diferente Lorem.

-yo tambièn.

-mira, te traje un tè caliente, esto te quitara la resaca. -dijo ella para cambiar el tema.

-gracias y ¿que tal el pueblo, si hiciste las fotos?

-claro hice algunas. Respondiò ella mientras las colocaba sobre la cama para enseñarselas.

-tambièn comprè algunos chocolates oscuros para mì y otras chucherias, me gusta mucho lo dulce.

-vaya, algo màs que sè de tì, gracias por el dato. Dijo èl con una sonrisa.

-tambièn comprè màs papel de fotos para la càmara.

-vale, perfecto, lo usaremos todo en este viaje.

-te querìa preguntar algo.

-¿quieres continuar con las preguntas? Vale, dime.

-¿en este viaje en serio no piensas hacerme el amor?

-no

-¿te doy asco por mi trabajo verdad?

-no es eso, te traje conmigo por otra razòn.

-no te entiendo, siento que sòlo es una excusa.

-no es una excusa y no me das asco, de hecho pienso que eres una mujer hermosa.

-entonces dime la razòn.

-te prometo que antes de terminar el viaje la sabràs.

-¿sabes que he aprendido de los hombres?

-dime.

-ninguno se resiste ante una mujer desnuda .

-quizàs no todos. -respondiò Lorem con rotunda seguridad.

-¿si? ¿Y que pasa si me desnudo aquì ahora? -dijo ella sacandose el abrigo con vehemencia.

-¿que haces?

-me saco la ropa ¿no ves? Respondiò mientras se quitaba la bufanda y la camisa.

-no necesitas hacer eso.

-si lo necesito. -dijo quitandose los pantalones.

-lo necesito porque te demostrarè, que la unica forma de vencer la tentaciòn es caer en ella.

-¿y que tentaciòn tienes tù?

-tù. Respondiò lanzando el brassier al piso y montandose en la cama de Lorem.

-¿me estas viendo? Dijo ella empujandolo para que se recostara al espaldar de la cama.

-si claro que te veo.

Encima de la cama se paro encìma de el y se sacò la panty, completamente desnuda y con el cabello suelto se sentò en su adomen y le acariciaba la cabeza.

-¿me ves Lorem? Tù eres una tentaciòn para mì, y eso nunca me habìa pasado antes, me gustas Lorem, me gustas porque eres diferente. No quiere que me respetes, quiero que me hagas el amor.

Lorem sentìa el sexo mojado de ella sobre su abdomen, ella empujaba su cabeza hacia sus pequeños senos para que èl los lamiera, la adrenalina se habia apoderado de aquella habitaciòn de la Maisson Occopa, el la tomò de las piernas y hacìa que rosara su abdomen al sexo de ella, en una fricciòn que la desesperaba.

-hasme el amor Lorem.

-eres hermosa Laure.

-si soy hermosa hasme el amor.

-no necesito hacerte el amor para hacerte sentir hermosa.

-eres ùnico Lorem.

-tù tambièn. Respondiò èl mientras la sujetaba de la espalda y le daba un apasionado y desenfrenado beso.

La escena fue la misma por unos minutos, ella disfrutando por primera vez en un acto sexual, donde el hombre no era el protagonista, sino ella, que viajaba a un extasis celestial que sòlo se siente con la persona indicada.

Lorem se levantò y la acostò boca arriba, ella abriò las piernas y cerro los ojos, mientras èl con la lengùa jugaba en su sexo. Besos y lamidos, apretaba sus pequeños senos, ella se movìa agitadamente, hasta que llegò al extasìs con un orgasmo que nunca antes habia sentido. Agotada, se desvaneciò en la cama y lorem junto a ella en un cariñoso abrazo.

-gracias. Dijo ella acurrucada en el.

-lo necesitabas. Respondiò Lorem acariciendo su cabello rojo.

-¿hoy puedo dormir contigo?

-si es lo que quieres asì serà, pero no te prometo que ocurra nada, como ves soy un hombre difìcil. Respondio sonriendo èl.

-dormir contigo me bastarà, siento que cerca de tì estoy a salvo.

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