Día 5 Lourdes

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Día 5 Lourdes

El quinto día llegamos a Lourdes, luego de casi tres horas conduciendo en el coche. Encantados de ese hermoso mundo que nos regalaban las montañas de los pirineos. Era la primera ciudad que visitabamos en Francia. ¿quien no ha escuchado antes hablar de esta ciudad o mejor dicho de la virgen de esta ciudad? Al menos yo sin ser francesa o española si habia escuchado muchas veces sus historias. También habia leido en muchos libros historias de esta encantadora ciudad. Estaba emocionada, luego del dia anterior estaba empezando a comprender un poco el sentido que estaba tomando este viaje y me hacía feliz.

Lorem conducía el coche, llevaba puesta una camisa a cuadros de color gris y un abrigo negro. Llevaba unos jeans bastante casuales y una bufanda negra, el frío era bastante abrumador. Yo llevaba jeans azules, un bluson largo hasta la mitad de las piernas, uno de los tres abrigos que me habia dado Lorem también, llevaba ese día el de color negro. Llevaba el cabello suelto y también una bufanda negra en el cuello.

Dicen que cuando logras recordar momentos a ese nivel de detalles, es porque esos momentos te hicieron o muy feliz, o muy triste, porsupuesto en aquel momento me sentía felíz, aun intentando descifrar que sucedería al terminar aquel viaje, pero sin duda me sentía feliz.

Le pedí a Lorem que me llevabara a el Santuario de la virgen y el sin pensarlo dos veces encaminó el auto hacia el lugar.

Visitar el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes fue algo que desde pequeña imaginé que haría porque la Imagen que había en el patio del Colegio era la de la Virgen de Lourdes y conocía su historia.

Cuando llegamos nos empeñamos en encontrar un lugar para estacionar, cosa un poco difícil por la cantidad de gente que había.Cuando íbamos caminando por los jardines hacia la Basílica me asombró la cantidad de gente joven, muy joven.

Visitamos gran parte de la Basílica y escuchamos la misa. Como estaba prohibido sacar fotos en la mayoría de los lugares que visitamos, bajamos las escaleras en total silencio, al igual que otras cientos de personas que, como nosotros, se dirigían a la gruta formando una larga y respetuosa fila.

Al ingresar a la Gruta pudimos ver el lugar donde se realizo la curación milagrosa de una niña dada por muerta, cuya caída de agua se podía ver cubierta con un vidrio, acordonada, llena de flores y donaciones de todo tipo.

Seguimos andando y llegamos a un lugar donde la piedra exudaba agua que fuimos tocando levemente hasta un sitio donde aparecía un pequeño chorrito, mojé mis manos, me persigne, toqué mi cabeza y mi cuello, Lorem hiso lo mismo, me llore todo y pedí por todo, los míos y los otros. Una cantidad de sentimientos y sensaciones imposible de describir con palabras.

Aquella virgen señora de los enfermos había formado parte de mi infancia y tantos años después volvía a ser parte de mi vida. Sabía que estos años había estado enferma y necesitaba curarme, necesitaba pedirle que me curara.

No hay nada mas doloroso que estar enfermo del corazón, y allí en aquel lugar llena de lágrimas sentí como mis penas eran retiradas de mis entrañas.

Lorem me tomó entre sus brazos y me repetía una y otra vez al oido: -todo esta bien, todo esta bien, aqui estoy.

Me sentía perdonada, liberada de todos los pecados que me habia atrevido cometer con mi cuerpo durante cuatro años.

Me sentía entendida y protegida en los brazos de ese hombre que me había enviado el destino, sin juzgarme.

Me sentía en un renacer, viendo morir a mi pasado para ver nacer la nueva persona que siempre había estado dentro de mí.

Era ilógico pensar como en tan sólo cinco días mi vida habia dado un giro de trescientos sesenta grados.

Seis días antes era una prostituta, ahora era una chica que caminaba por la playa, que viajaba entre las montañas y visitaba santuarios tomada de la mano con un extraño que no parecía un extraño.

Me preguntaba a mi misma cómo en cuatro años no habia sido capáz de hacer nada para salir de ese mundo que estaba destruyendome por dentro.

Entonces pensé que hay quienes rescatan, y hay quienes necesitan ser rescatados. Como la pequeña Benadette habia sido recatada de la muerte, yo habia sido rescatada de otro tipo de muerte también.

Pensaba también en Lorem, en la razón de haberme contratado sólo para rescatar mi vida. Él tenía cosas que no me había dicho, pero eso no me molestaba. Ya me había prometido que antes de acabar el viaje me lo diría.

También aquel día me juré delante de la imagen de Nuestra Señora de Lourdes. Que sí despues de que terminara el viaje, volviera a ver a Lorem o no. No volvería a vender mi cuerpo a cambio de dinero.

Caminamos hasta el lugar donde habíamos dejado el auto y Lorem comentó que buscaramos un hotel para hospedarnos, y que pasaríamos dos dias más en Lourdes.

Me sentí feliz, diciendole que estaba de acuerdo. Lorem sacó la camara instantanea de la guantera del auto y nos tomamos una selfie juntos con la hermosa basílica a nuestras espaldas.

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