Lan Zhan alcanzo la inmortalidad junto con su hermano, haciendo la promesa de buscar a Wei Ying, pero cuando por fin lo encontró, él jamas lo miro con amor, para él era solo un extraño.
Lan Zhan miro como una y otra vez el amor de su vida lo dejo p...
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Lan Zhan acostumbraba a dormir temprano y levantarse temprano como era costumbre de clan Lan, pero aquella noche no podía conciliar el sueño, algo lo hacía sentirse intranquilo, la puerta del departamento sonó, hizo un gesto de sospecha, ¿quién podría ser a esa hora?.
Al abrir, su respiración se detuvo y sus ojos se abrieron levemente, estaba Wei Ying, con el rostro sucio, su ropa algo rota y una cara de agotamiento.
—Wei Ying ─musitó
—¿Puedo dormir aquí? ─cuestionó
Lan Zhan lo dejo pasar, Wei Ying entro y dejo su espada sobre la mesa del centro en la sala.
—Esa espada... ¿es? ─preguntó
—Si Suibian
—¿Cómo sabes eso?, ¿Tú?
—Si, mis recuerdos han vuelto.
El mayor solo sintió que su corazón latía con fuerza, apenas podía respirar.
—Dormire, estoy agotado, mañana hablaremos ─pronunció el menor.
Wei Ying se quedó dormido en el sofá, Lan Zhan se acercó, tomo su cuerpo y lo llevó a su cama, lo dejó ahí y se fue al baño a preparar la tina con agua caliente, regreso y desvistió el cuerpo de Wei Ying con tal sutileza sobre humana, miro su cuerpo mirando las pequeñas heridas, la ropa olía a cadáver, la sangre que cubría parte de su rostro era oscura, lo sabía bien, había peleado con una marioneta, quería preguntar, pero su cuerpo se veía tan agotado, que dejo las preguntas para después, tomo su cuerpo desnudo y lo metió en la tina, Wei Ying abrió levemente los ojos al sentir el agua cálida en su cuerpo.
—Gracias ─musitó
—Déjame ayudarte a lavar tu cabello —Dijo Lan Zhan
—Esta bien
Wei Ying se quedó en silencio mientras Lan Zhan lavaba su cabello, un silencio incómodo se produjo, el corazón y la mente de Lan Zhan peleaban para no preguntar para no decir nada.
—Todo fue un mal entendido con WenHan, él y yo hemos aclarado las cosas —pronunció Lan Zhan rompiendo el silencio producido
—Ya veo, esta bien —apenas pronuncio Wei Ying.
Luchar con un cadáver, una marioneta había sido tan agotador, en un cuerpo donde no había sido entrenado para ninguna de aquellas situaciones, su mente y cuerpo se sentían agotadas, no podía seguir pensando en quién era esa persona, por lo que él recuerda no había persona quien lo odiara de tal manera para hacerle daño, si la situación se complicaba todo se volvería un caos, ya que los jades aunque tenían el cautivo máximo, aunque era casi inmortales, no contaban con sus espadas, además, estaban en una época donde aquello solo eran mitos.
—Wei Ying —la voz tranquila de Lan Zhan lo saco de sus pensamientos —no sé que pase, pero porque no sales de la tina y duermes
