Lan Zhan alcanzo la inmortalidad junto con su hermano, haciendo la promesa de buscar a Wei Ying, pero cuando por fin lo encontró, él jamas lo miro con amor, para él era solo un extraño.
Lan Zhan miro como una y otra vez el amor de su vida lo dejo p...
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¿De qué sirve obtener el cultivo máximo para la inmortalidad si tú no estás a mi lado?
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—Lan Zhan, Lan Zhan no llores —suplicó con voz suave y débil Wei Ying, su cuerpo había envejecido y su vida estaba a punto de agotarse, en cambio, Lan Zhan seguía siendo el hombre de 25 años, del cual se enamoró Wei Ying.
—No me importa la inmortalidad si no estás en ella, puedo morir a tu lado —las lágrimas salían, Wei Ying tomó su rostro suavemente y le sonrió.
—Si tú mueres, puede ser que jamás nos volvamos a ver, sin embargo, si vives, tú y yo podremos volvernos a encontrar —musitó Wei Ying, besando las lágrimas de Lan Zhan.
Esa fue la promesa que los dos hicieron. Wei Ying murió aquella noche en los brazos de su amado, pero Lan Zhan se quedó para poder esperarlo.
Pasaron muchos años y cuando por fin pudieron encontrarse, Wei Ying ya no era aquella persona que alguna vez fue, era un desconocido que nunca lo miró de la misma manera. Lan Zhan tuvo que esperarlo una y otra vez, mirando como Wei Ying era feliz con otras personas, lejos de lo que alguna vez fueron ellos dos.
El tiempo pasó, era el año 2022, ya Lan Zhan no era el que alguna vez fue. Después de sufrir tantas veces aquellas despedidas, quedándose solo, su alma comenzó a oscurecerse. Lan XiChen fue el único que se quedó a su lado, pues como los dos Jades, obtuvieron la inmortalidad.
Aquel año era el más frío de todos y por un as del destino Lan Zhan se encontró con Wei Ying, una vez más pudo mirar cómo la persona que alguna vez amo, no lo veía de la misma manera.
—¿Usted es un vampiro o algo así? —preguntó Wei Ying
—No —respondió Lan Zhan tajantemente mientras contemplaba aquellos ojos que lo cautivaban.
—¿Entonces qué es? —volvió a cuestionar un confundido Wei.
—Solo soy inmortal —respondió Lan Zhan.
—Ya veo, ¿alguna vez nos conocimos? —cuestionó una vez más mirándolo de cerca
—No —miente
—Entiendo —respondió
Ya estaba cansado, no quería seguir luchando por un amor que ya no le correspondía. Alguna vez prometieron estar juntos todos los días, alguna vez se casaron y tuvieron una vida feliz por muchos años, pero ese Wei Ying jamás volvió, era sólo el pasado, las personas con su aspecto y su personalidad, sólo eran desconocidos.
Suspiro y le sonrió —No importa quién sea, me gustaría conocerlo señor Lan Zhan.
—Está bien —se prometió a sí mismo que esta sería la última vez que él se daría la oportunidad de intentar que aquel Wei Ying volviera.
Pero esta vez ya no sería aquel amable Lan Zhan que fue, haría todo lo que nunca jamás haría en aquella primera vida.
Tomaría a Wei Ying sin importar si él lo quisiera o no. Solo para sanar aquel roto corazón suyo, de una promesa no cumplida.
Jamás imagino el rumbo que su vida cambiaria en ese encuentro.
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