capítulo 16

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Maratón 3/7

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Maratón 3/7

En el capítulo anterior

— Lo sé —bufo— pero ahora tendrás que hablar con James.

— Ya lo hice —dice con simpleza.

— ¿en serio? Pero no querías hacerlo.
Los chicos crearon un grupo entre ellos —explica— Luis soltó la lengua con lo de James y que tu y Jayson eran novios… creo que por eso nos llamaron.

Actualidad

Yo aun no creo la teoría de Adriana  acerca de que de alguna forma Hale se sintió amenazado por Jayson. Es tan absurdo  que ella piense que el se puso en alerta por eso.

Aunque una parte de mi desea causar estragos en su interior, la otra prefiere no arriesgarse.

¿Por qué las cosas no son fáciles? ¿Por qué para tomar una decisión tengo que librar una batalla en mi interior? Aun recuerdo la palabras de mi padre cada vez que me sentía cansada “la vida es como un campo de guerra donde aprendes a luchar o te dejas derrotar; pero recuerda nunca pelear sola porque si te caes ¿Quién te ayudara?

El se esmeraba en que aprendiera a pelear con ayuda porque a la guerra o se va solo, pero el no sabe que cada soldado tiene que librar su propia batalla.

Escucho como tocan la puerta algo insistente así que dejo lo estaba asiendo y voy a ver quien es. Me acomodo la ropa que traigo puesta que consiste en unos shorts y una blusa de tirantes. Al abrir una leve brisa golpea mi rostro erizando mi piel.

— ¿Por qué tardas tanto? —cuestiona Amber entrando sin siquiera mirarme saludarme.

— Hola hermana —digo algo sarcástica por su comportamiento pero me sorprendo al ver como esta vestida.
Recogió su clara cabellera en media cola alta y dejo la mitad de su cabellera suelta formando enormes bucles. Lleva puesto unos jeans junto a un top floreado y una chaqueta que convina con sus converse.

— ¿Dónde estabas? ¿mamá está bien?

Cierro tras de mi mientras ella va directamente a la cocina— si lo está ¿no tienes algo decente de comer? —Interroga mientras revisa en refrigerador— estaba en una reunión de alcohólicos anónimos y pensé en visitarte y cenar en casa de mi hermanita preferida. —me acaricia la cabeza como si se tratase de algún animal.

— Soy tu única hermana —golpeo su mano y me alejo de ella para continuar lavando los platos— si quieres cenar tendrás que cocinar —le advierto— Hoy trabaje sin descanso apenas pude asearme para luego ponerme a limpiar.

— ¿te ves como te sientes? Pareces hecha polvo —la toma la temperatura como si estuviese enferma.

Asiento dándole la razón— Barbará esta algo quisquillosa últimamente y hoy se excedido con los recados.

Por culpa de unos zapatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora