capítulo 4

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— Recuerda que está carga es compartida que no estás sola —. Que irónico Adriana me había dicho esas mismas palabras hace unas horas,— ya tengo suficiente con la pérdida de nuestra madre... no quiero perderte a ti también.

— Y no lo harás hermanita... no lo harás.

Actualidad

La melodía de "dream it possible" de Delacey es el motivo por el cual mi sueño es interrumpido.
No puedo evitar entonar la canción mientras busco las lógicas razones que me obligan a levantarme a las 5:30 A.M de lunes a viernes.

1)trabajo
Tengo que comer.

2)trabajas
Tengo que comprarme un auto.

3)trabajar
¿Con qué pago Netflix?

Y ahí están las razones de mi despertar tan temprano casi todos los días.

4) ahh... hoy verás a Hale
¿Qué hago pensando tan temprano en él? Debe de ser el hecho de que estoy adormilada.
Me levanto de la cama rápidamente, se que si espero más tiempo terminaré durmiendo otra vez y no quiero llegar tarde.

Entro al cuarto de baño dudosa de si el agua está muy fría o no. El calefactor se averió y aún no he tenido tiempo de llamar al mecánico.

Antes Leonardo era al que llamaba cada vez que algo se averiaba.

Reprimo ese pensamiento inmediatamente llega. No puedo permitirme recordar lo que el hacía... No después de lo que hizo.

No me considero una persona rencorosa pero... Cuando alguien me decepciona, para mi es muy difícil olvidarlo.

Me coloco debajo de la ducha y cuento hasta tres para poder abrir la llave y permitir que el chorro de agua fría salga disparada.

— ¡Uy! —la exclamación sale de mis labios sin aviso al sentir lo helada que está.

Sin más me ducho y lavo los dientes rápidamente no quiero llegar tarde nuevamente, no después de lo que me pasó la ultima vez que lo hice. No se si volveré a caminar igual por la acera o volveré a usar esos zapatos de tacón sin pensar en... Hale.

Es inevitable no pensar en él al ver mi armario.

Suelto una leve carcajada al recordar el susto que pase cuando vi la sangre deslizarse por sus manos, otro recuerdo de cuando Bárbara me dijo que era el nuevo inversionista de la empresa llega a mi y río. Casi me da un soponcio del susto por un momento creí que me iba a despedir.

"Será mejor que deje de pensar en ese energúmeno. No tenía porque hacerme pasar por ese mal momento frente a mi jefa."
Ya lista tomo mis cosas dispuesta a enfrentar este nuevo día.


...


— Señora Hernández recuerde su reunión con el señor Friedman — "su amante".

Por culpa de unos zapatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora