capítulo 20

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Maraton 7/7

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Maraton 7/7

En el capítulo anterior

— Estoy bien —dice poniendo la fotografía en su lugar.

— Como quiera te sacare un poco por si cambias de opinión —suelto algo obstinada.

Cuando todo está listo emprendemos nuestro viaje al hospital. 


Actualidad


Al llegar trato de mantenerme lo más serena posible mientras le pido en una silenciosa suplica a Hale que me acompañe, tal vez sea por el hecho de sentirme algo vulnerable creo que hace algo susceptible a lo agradable que es su compañía para mí.

— ¿crees…que puedas acompañarme? —la pregunta salió de mis labios inmediatamente vi el enorme hospital frente a mí. Nunca le he tenido miedo a los hospitales pero si a lo que podría pasar dentro de ellos.

El no me da una respuesta pero apaga el auto y abre puerta— ¿vamos? —dice al ver que no hago ningún movimiento.

— Gracias —ni si quiera sé porque al tenerlo a mi lado me siento un poco menos nerviosa.

Ambos caminamos uno al lado del otro en silencio hasta llegar a la administración donde pregunto por mi madre al no verla en emergencias, según se la trasladaron a una habitación pues la mantendrán bajo observación.

Tomamos el ascensor para subir al piso que nos indicaron, al llegar me encuentro con mi hermana en el pasillo sentada junto a unas cuantas personas que no conozco, al acercarme se da cuenta de mi presencia y corre hasta mi sin importarle que unos cuantos le juzguen con la mirada.

— Llegaste —me abraza— la dejaran en observación encontraron una fractura de cráneo y esta algo inestable —Amber parece haber pasado por una tortura estando ella sola intentando calmar a mamá.

— Todo estará bien —acomodo un poco su cabellera algo desordenada y observo que está en pijama al parecer estaba dormida cuando paso—  el es Hale —le presento al darme cuenta que lo he dejado de lado.

Amber le mira algo avergonzada— un placer gracias por traer a mi hermana solo Dios sabe cuánto habras sufrido al traerla, soy testigo de lo odiosa que puede llegar a ser.

El ríe— no ha sido molestia —se dan la mano a modo de saludo— espero que su madre mejore.

— Gracias —le sonríe mientras que sin disimular me da una mirada de “es guapo” según el leguaje de señas femenino.

— ¿Dónde está mamá? —pregunto.
Ella no muy convencida me dice— no está muy accesible en este momento.

Asiento— solo quiero verla —digo y Amber me ve fijamente permitiéndome ver por un instante lo mal que esta internamente— no es tu culpa —le susurro pero solo recibo una pequeña sonrisa decaída y unos ojos ya hinchados de tanto llorar apagados.

Por culpa de unos zapatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora