Capitulo 28

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En el capítulo anterior

—Me ofendes —me llevo la mano al pecho fingiendo estar ofendida— yo siempre cumplo lo que digo,  difamador.

—Si, claro... —responde.

Y así es como Jayson y yo terminamos pasando el día junto a su madre, la cual al parecer se encuentra algo complicada de salud cosa que nos angustia a todos, pero más a Jayson el cual a penas y ha podido pasar tiempo con ella.

Actualidad

No puedo creer que el haya considerado venirme a buscar solo para llevarme al trabajo.

Hale Muller sí que es raro.

Escucho el claxon de su auto otra vez, poniéndome nerviosa al tiempo que tomó el reloj que dejó en mi casa y se me había olvidado darle.

Con mi bolso en una mano y las llaves en la otra salgo de casa vistiendo un vestido ajustado que me llega hasta las rodillas y los tacones que una vez hirieron al hombre que me espera en frente de mí casa; recostado de su costoso auto luciendo un traje de marca.

Cierro la puerta y camino hacia el algo irritada— ¡si vas hacer un escándalo tan temprano mejor no vengas a buscarme! —le regaño.

Soy una persona puntual. Siempre digo que es mejor estar al menos diez minutos antes y por eso es que me encuentro cambiada y lista para trabajar teniendo tiempo de sobra por ende, este hombre no tiene razón para desesperarme.

—Buenos días, preciosa. —Entre cierro los ojos deteniéndome frente a él.

—Te dije que odio las cursilerías —me cruzo de brazos aún más irritada por el emote que desde hace días está usando conmigo.

Él, haciendo caso omiso a mis palabras y humor me toma de la barbilla besándome.

Gracias al cielo y aún no me he puesto labial.

A veces me gustaría estar más tiempo enojada con él pero sus acciones y forma de tratarme son como un interruptor que apaga mi enojo. Intento de todas formas evitar que se de cuenta pero cada vez se vuelve más difícil fingir.

—Estas hermosa, como siempre. —dice apenas se aparta.

—Lo sé. —le doy un pequeño empujón aportándole.

El abre la puerta del copiloto. Al parecer hoy el conduce al igual que ayer— tal parece que Rodrik tiene el día libre. —comento refiriéndome a su guardaespaldas / todólogo.

Me introduzco en el auto y espero a que él lo rodee. Al entrar al auto, lo pone en marcha.

—Cada vez que nos encontramos siempre me preguntas por él ¿tengo que preocuparme? —proceso las palabras de Hale unos minutos cuestionándome si reír o no.

—Tal vez —opto por pinchar un poco más y respondo coqueta— tiene muchos usos por lo que es eficiente...

Puedo verle rodar los ojos cuando nota la pequeña sonrisa que se formo en mis labios. El pone el auto en marcha al tiempo que recibe una llamada.

Hale mira quién es y no tarda en contestar cambiando la expresión radiante que tenia esta mañana a una algo disgustada y nerviosa.

—Padre —Volteo el rostro para aparentar ignorar su conversación a pesar de estar lo más atenta posible ya que el tono tan serio y cortante que utilizo me erizo la piel <<¿tan mal se llevan?>>— se cual es mi lugar —no sé lo que su padre le está diciendo pero de un momento a otro la atmosfera cómoda y fluida que nos rodeaba a pasado a estar pesada y fría.— No tiene porque preocuparse, he cumplido con cada una de mis responsabilidades y este seguro que lo seguiré haciendo. —<<no quisiera tener la oportunidad de encontrarme con el papá de este hombre, desde aquí se siente su furia>>— Estoy en una reunión importante, debo colgar.

Por culpa de unos zapatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora