♡ One Shots ♡ ATEEZ [Pedidos Cerrados]

◍ Mingi ◍

/ 🍔 /

Esto era una cosa seria

Todo estaba en juego

Tu relación estaba en juego también.

— Voy a reventar - Dijo el ahora pelinaranja sentando al lado tuyo en el sofá.

— Por dos — Ambos habían pedido hamburguesas y pizza, y hace menos de una hora habían salido a desayunar, todo en tamaño extragrande, ahora les quedaban dos pedazos de pizza de queso a cada uno, y obviamente tenía que ser producto para apostar~ 

— Mañana voy a tener que hacer cien abdominales - Tu novio al menos si iba al gimnasio, pero tú...

— Yo solo pienso en la promoción que hay de macarrones mañana en el supermercado.

— ¿Me compras dos?

— Amor, se que te vas a comer como cuatro.

Amabas está relación.

— Quien termine de último se come el pimiento rojo que viene allí.

— Hecho - Chocaron puños - Si me vómito por favor agarra mi cabello.

— Hecho, a la cuenta de tres, uno, dos — soltó un eructo — Tres.

Y comenzaron a tragar como cerdos de nuevo, digno de un coma diabético,  parecían como si no hubieran comidos en una semana, si tenías que destacar algo de tu relación con mingi era comer, su mayor pasatiempo de pareja era comer, es más, a veces competían por quien podía meter más comida en su boca.

Para algunos era asqueroso pero para ustedes dos era algo especial, era un tipo de hábito que los representaba, el cariño que te generaba algo tan simple era gigante. Ya se que no suena muy romántico el pensar en tu novio cuando comes, pero así eran ustedes, así de raros y especiales así.

— Me aprieta el pantalón - Te estabas quejando de que la comida ya no te cabía porque tú pantalón no dejaba.

— Pues suéltalo — Te respondió con la boca llena — No es como si fuera raro en ti.

— Respeta ( >:b )

— Antes, te estoy dando consejos para ganar, si es que todavía te queda oportunidad — lo último lo dijo mas bajo aunque alcanzaste a escuchar.

Al él le quedaba la mitad de su última pizza y tú hasta ahora habías comenzado con la segunda. Ibas a perder y ¡¿tu nunca pierdes!? Así que de alguna u otra forma comenzaste a comer como castor y lo alcanzaste, parecias una ardilla  de tanta comida en tus mejillas. Pero de qué ganabas ganabas.

Iban a la par, todo dependía del último bocado, y tomaste todo lo que quedaba que pizza y hasta el fondo!? Y cuando tragaste todo, volteaste a ver y mingi estaba con cara de " te gane estúpida".

— ¿Dónde te guardaste el pedazo de pizza tramposo? A ver.

— No seas ardida y comete el pimiento.

— Estúpido

— Mala perdedora.

— A ver, pásame el pimiento, verás que eso no duele ni nada.

Y rápidamente cogiste esa cosita chiquita " no debe picar tanto " y te lo comiste de un solo bocado, masticaste y pasaste rápido. Breve.

— Listo, no es para hacer tanto show como tú la vez pasada.

— ¿Segura?

— Si - El te miro de forma rara, hasta que pasaron unos cinco segundos — wow... vaya... Uffff, Ay , nonono, ¡¿¡esto pica mucho!?!, - Saliste corriendo a la cocina. Te ventilabas como si estuvieras quemando — ¿¡Dónde está la puta leche!? — Tomaste la caja de leche a la velocidad de la luz y tomaste directamente de allí —  ¿¡Esto no sirve!?

— Toma más — Se oyó desde lejos tu novio llegando desde la sala.

Seguías tomando leche de la caja viendo cómo mingi entraba a la cocina, aunque estaba muy cerca de la encimera se iba a

— ¡AUCH!, ¿¡AY!? — Se golpeó el dedo chiquito del pie.

— JjajAjjAjA — Y claramente como buena novia te cagaste de risa, te atragantaste con la leche, y la cosa es se te vino la leche por la nariz... — ¡¿¡AY!?!, ¡Esto quema!, ¿¡Mi nariz!?

Y ahora los dos estaban gritando del dolor en la cocina por estúpidos.

.......

Ahora los dos estaban sentados en el sofá, mingi sobándose su pie, y tú sobando tu nariz, que coordinación de pareja.

— Siempre que estamos los dos en la cocina pasa algo malo — Decías con tu nariz roja, esa mierda te quemo la nariz.

— Vaya, no lo había notado.

— Me quedé sin mocos de todo lo que se me salio por la nariz, Eww.

— Me quedé sin sensibilidad en el pie del golpe que me di.

— Llorón.

— ¿Quieres una coca fría? Todavía quedan cuatro en la nevera.

— Eso no se pregunta querido - Y te besó la mejilla, mejor novio no podías pedir.

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