Moon love [Eunkook]

27.

- Jungkook has que regrese hoy - me dijo Hoseok con mucha seriedad - Si se quedan más tiempo es probable que alguien venga por aquí a verlos.

Mis ojos estaban puestos en Eunha que se encontraba a la mitad de la colina soplando  un diente de león.

- Jungkook hablo en serio, dos días es suficiente - Entonces regresó a verlo por unos segundos - Por favor, tengo que llevarla de nuevo a la sociedad.

Mis ojos vuelven a ver a Eunha, es raro pero tengo la necesidad de querer cuidarla a cada segundo, como si temiera que al quitarle la vista de encima alguien pudiera hacerle daño.

- ¿Por qué tienes que llevarla tú? - dije por fin.

Ella era realmente encantadora, la ropa que llevaba puesta no le pertenecía, el dulce pijama con el que había llegado esa noche estaba prácticamente arruinado, mi sangre se había impregnado en el suéter y el pantalón había sido arruinado por mis garras. Sin embargo eso no le importo y lucia cómoda con la ropa de SinB - que agradablemente quiso prestarle- Se veía muy feliz viendo las flores por delante de nosotros, de seguro estaba buscando alguna que recordara por las descripciones de su padre, aunque la mayoría eran flores silvestres.

- Jungkook, se que no quieres estar lejos de ella, pero es por el celo - su mano tocó mi hombro y lo movió despacio - Pero no puedo permitirte salir.

Suspire cansado, estaba claro que Hoseok no me dejaría estar más tiempo con Eunha y en realidad no me molestaba que él la acompañara, para ser sincero, me sentía aliviado de que él lo hiciera, confiaba mucho en Hoseok y sabía que no le haría nada malo.

- Y es que de verdad, yo no tendría problema en que la acompañaras, pero... - sus ojos la miraron por un momento y después regresó a mi - Será mejor que te quedes y estés con SinB un tiempo, no creo que su aroma pueda quedar en ti pero es algo para aparentar ante la manada.

No tenía más remedio que aceptar - Esta bien.

De cualquier forma también quería hablar con ella acerca de lo que haremos con el nuevo trato para formar la alianza y con Hoseok aquí no creo que se sienta cómoda.

El vestido azul ondea sobre el campo y ella lo sostiene para que el viento no lo levante sobre sus muslos, sonrió y ella regresa a verme, trae consigo un tallo de colza sobre su mano y camina despacio hasta colocarse enfrente de mi.

- Es muy bonito aquí - dice con mucha emoción.

- Los dejaré un momento - dice Hoseok levantándose e ingresando a la cabaña.

Ambos asentimos y lo vemos desaparecer por entre la puerta mal colocada.

- Así que te gusta - digo sin mucha emoción.

Ella deja la flor sobre la madera y se sienta a un lado de mi.

- El bosque me agrada, es como si pudiera traer de nuevo a mis papás a la vida, con solo ver alguna flor o respirar el aire puro. - ella cierra los ojos por algunos segundos y una corriente de viento desplaza su cabello hacia atrás, cuando la corriente se va, ella vuelve abrir los ojos y me mira con cariño - Pero me encanta aquí porque estás tú.

Ella podría matarme con sus palabras, y es que cada vez que dice algo lindo, mi corazón se detiene unos microsegundos para después bombear sangre con mayor intensidad, hace que me sienta feliz instantáneamente y que nunca quiera dejarla ir.

Y sus ojos se ven especialmente hermosos, más cuando me mira de esa manera, como si esperase que yo hiciera algo, no, deseando que yo hiciera algo, que le respondiera con algo más que palabras.