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Era difícil tranquilizarme y dejar de temer por la presencia de ese chico. Los latidos de mi corazón golpeaban con fuerza mi pecho y podía jurar que estaba temblando. Presioné mis dientes y mis ojos temblaron siguiendo los suyos.

Un olor agrio se filtró por mis narices y mire a todos lados, no había ruido, no había siseo, no había zumbidos, pareciera que incluso los demás animales habían apresurado a esconderse para no salir perjudicados.

Debía de verme terriblemente patético y supuse que el alfa que estaba frente a mi también lo sabía por eso no opto por atacarme en primer lugar, supongo que pensó que era más que una presa fácil.

Sus ojos sonrieron en victoria, claro, yo era un tesoro escondido o más bien prófugo, quien me encontrara recibiría el mayor de los premios. Estaba seguro que él podía oler mi miedo y retrocedí un paso.

Yo no era el mejor en controlar las emociones, nunca lo había sido. Recordaba que alguien una vez me dijo que eso podía jugar en mi contra y justo en este momento eso era lo que estaba pasando. Sin embargo pensé que era mejor de esta manera, solo conmigo, sin que encontraran a Eunha.

Eunha~

Por un segundo mi mirada se dirigió al camino que había transcurrido y traté de tranquilizarme por el miedo que ella presintiera lo que me estaba pasando.

- ¿Quieres hacerlo por las malas? - hablo al recibir mi silencio y trono sus nudillos con impaciencia - ¿Sabes a qué he venido, cierto?

Era ridículo no saberlo. Yo no era estupido.

Pero pensé que tendría más tiempo. Creí que sería el tiempo justo para conocer a mi cachorro - mi hijo - en realidad quería verlo.

Lo único que aparecía en mi mente en este momento era Eunha en cinta, descalza con una de mis playeras puesta y besando mi mejilla.

Presione los puños a cada lado de mi cuerpo.

El coraje y la impotencia subiendo por mis venas, recorriendo cada parte de mi cuerpo, haciéndome despertar al animal que llevaba dentro. Era el instinto.

Yo pronto tendría una familia y quería quedarme con ellos.

Él no era de mi manada y sonreí con descaro, sin duda no sería mi manada quien me estuviera buscando. Era lógico, aunque mi padre fingiera hacerlo, estaba más que claro que quienes tenían la prisa de encontrarme serían otras personas.

Lo reconocía de una de las tantas veces que me habían obligado a ir a la SinB. Si conseguía llevarme, sin duda no ingresaría a mi manada, me llevaría a la suya y ante el padre de ella.

El recuerdo vago de la voz de Eunha cantándome de noche y preguntándome qué nombre me gustaría para el bebé aparece en mi mente.

" No crees que es lindo... J*.., ese nombre me gusta"

- A...un no es t-tiempo - tranquilízate Jungkook - Yo regresare... y pagaré mis cuentas con el alfa.

Parecía que le acababa de contar un chiste porque solo río alto.

- ¿Crees que tienes tiempo? ... Dime ¿En serio lo crees?. - sonrió de lado y palmeó sus manos a los costados de su short.

No respondí.

- Los traidores como tú, no tienen tiempo. - sentenció con desprecio.

- Me estaban obligando...

- Ahórrate tus excusas niño, sinceramente me interesan poco... - negó mostrándome su poco interés - Me recompensarán si regreso contigo.

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⏰ Última actualización: May 28, 2022 ⏰

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