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Jungkook 7 años

Nunca me ha gustado el ruido de la ciudad, prefiero estar es la tranquilidad del bosque, disfrutando de todos los olores que ahí se concentran. Me gustan los olores fuertes como el de mi padre que huele a madera y albahaca o el de mi madre que recuerdo que olía a menta, incluso el de la señora Jinsoul es de mi agrado y eso que él Arniz es algo dulce.

Todos dicen que soy muy tranquilo - a diferencia de los otros niños que se la pasan persiguiéndose por el bosque, de aquí para allá y queriendo identificar que serán el día que se presenten - Pero yo no digo que soy tranquilo.

He regresado a este lugar todos los días desde hace un año, con la ilusión de volver a verla. Ella fue mi primer amiga, no se había acercado a mi por ser el primogénito del líder de la manada, ni nada por el estilo, porque desde el momento que la vi supe que era humana.

Mi padre me contó que los humanos no tienen esencia en ellos, pero esa niña me olía a canela, lo que era raro ya que ella es humana.

Ella era encantadora. El día en que la conocí llevaba un vestido azul con flores blancas y su cabello levantado con un moño, le gustaba correr conmigo en el bosque.

Pero un día desapareció y no la he vuelto a ver desde entonces.

Mi padre dice que tengo que limitarme lo más que pueda a los humanos y que aunque quisiera pertenecer a esa sociedad, no podría hacerlo.

"Jungkook la manada estará bajo tu responsabilidad dentro de un tiempo."

Esas palabras me han acompañado desde que tengo memoria.

Me había limitado a no hacer de nadie mi amigo cuando iba a clases, pero esa niña. Ella era diferente.

Regresó mi mirada a la montaña que se encuentra en la parte norte del bosque, cierro los ojos y el ruido del agua de la cascada al fluir hace que recuerde nuestro primer encuentro.

Yo estaba jugando con los insectos que se encontraban en un tronco, no estaba cerca de la montaña pero pude escuchar su grito. Al principio pensé que se trataba de alguien de nuestra manada y corrí ayudarle - ese era el papel de un buen líder, proteger a su manada- Pero cuando la vi, supe que no lo era.

Y había algo raro porque aún así yo quería ayudarla.

La niña estaba sujetada a una roca y el agua la arrastraba corriente abajo, sus manos sin fuerza se abrazaban a la roca y yo estaba seguro que en cualquier momento la fuerza de la cascada la desprendería de ella.

Ella me miró, diferente a todos los ojos que había visto, los suyos tenían miedo. En los ojos de un lobo nunca hay miedo y ella me suplicaba con su mirada que la ayudara. Mis sentidos despertaron, me acerqué a la cascada, una de sus manos se resbaló y yo tomé la otra con fuerza, creo que ella misma se sorprendió de mi fuerza y es que sin ningún esfuerzo la saque del agua.

- Grac... gracias - me dijo y su cuerpo empezó a temblar.

Para ella el agua estaba fría, su cara palideció y yo no tenía nada para cubrirla.

- ¿Tienes frío? - pregunte viéndola.

Estaba apunto de ponerse a llorar y asintió frotando sus brazos.

Moon love [Eunkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora