𝔣𝔯𝔦𝔞𝔟𝔩𝔢 ; 4

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—Entonces, ¿pudiste resolver la ecuación que te dejé ayer? —la dulce voz del beta se hizo presente en el comedor, justo donde el tutor se encontraba con su alumna. Sin embargo, ella se encontraba demasiado ensimismada dentro de sus pensamientos como para prestar atención a lo que le estaban diciendo a su alrededor —. Bien, entonces, Ryuni-ssi, para mañana quiero que me resuelvas cien ecuaciones que te enviaré, son las que les doy a mis alumnos de maestría, ¿puedes con eso?

—Sí... —respondió la omega sin prestar nada de atención a lo que el mayor había dicho. Entonces, sonrió un golpe en la frente —. ¡Yah! Hombre, ¿por qué ha sido eso?

—¿Hola? ¿Estás aquí, Ryuni-ssi? Porque a mí me parece que estás en otro lado, cuando deberías pensar en letras y números.

La omega parpadeó un poco antes de dirigir sus ojos aburridos hacia el mayor. Para desgracia de la chica, Jin era primo de Jimin, por lo que no podía ser tan altanera porque estaba acostumbrado. Se conocían ya desde hacia cinco años, poco después de que él se graduara como ingeniero bioquímico y accediera a darle clases particulares a la pequeña omega.

—Solo estoy pensando —respondió ella finalmente.

Eso llamó la atención del beta. Para Min Ryunah era común quedarse atrapada en su tornado de pensamientos, era normal que su mnñente pareciera estar en otro lugar luego del accidente. Muchos entendían, sus padres adoptivos, sus hermanos, su cuñado y su tutor. Esas seis personas comprendían a la perfección los cambios de humor de la chica. Las vida le había hecho enfrentar cosas duras a muy corta edad y a veces esas experiencias le hacían una mala jugada.

—¿Quieres hablar de eso? —esta vez Jin cambió su tono de voz, a uno más tranquilo, más dulce.

Estaba esperando una negativa. Ryunah odiaba hablar de lo que pensaba, era demasiado cerrada y muy difícil de entender. Para los demás a veces lograba ser frustrante, para su familia también, pero intentaban no sentirse afectados por aquello. Gracias a toda esa hostilidad por parte de la chica, Seokjin se sorprendió cuando ella abrió la boca.

—Conocí a un alfa hoy —comenzó ella a explicar. Jin alzó una ceja, curioso, pero temeroso de preguntar y que ella se encierre en su caparazón de nuevo —. Olía a madera y tierra mojada. Y él... mi loba, su lobo... —ella cerró los ojos, un poco frustrada por no saber lo que ocurría. Suspiró pesadamente, Seokjin esperó paciente —. Creo que él me olió, Jin.

—¿Có-cómo sabes eso? —preguntó él en un hilo de voz.

Ryunah se encogió de hombros, recargándose en el respaldo de la silla, sus ojos fijos en un puto infinito —. Solo lo sé. Vi el color de sus ojos, ahí lo supe —ambos se quedaron callados por un momento, hasta que ella volvió a hablar —. Son rojos.

—¿Oh?

—Sus ojos, quiero decir. Son rojos. Pero no como los de Yoongi o los de papá, sus ojos son rojo sangre —ella comenzó a guardar sus plumas en su estuche —. Nunca había visto unos ojos color sangre.

—Yo nunca había visto unos color gris hasta que te conocí —habló el beta —. Tal vez es alguien especial como tú. Ya sabes, si dices que pudo llegar a tu esencia, realmente es especial.

Ryunah asintió lentamente, asimilando las palabras del mayor. Después de unos minutos, negó con la cabeza, como si quisiera eliminar algún pensamiento —. Como sea, solo me quedan seis días más ahí dentro, luego de eso, seguiré con mi aburrida vida.

☽☾

Jungkook salió de la ducha con muchísima pesadez. Al verse al espejo hizo una mueca al darse cuenta de las enormes bolsas oscuras que tenía debajo de sus ojos.

No había podido dormir en toda la noche gracias a que no había podido dejar de pensar en aquella omega. "Luna", la había llamado Jimin. El omega jefe de aquella agencia y que por un tiempo sería el suyo. Según lo que había entendido, en el poco tiempo que estuvo ahí, escuchando al omega y al alfa de pacotilla —según él— hablando de que cualquier cosa en el cambio de agenda del omega, le preguntaran a "Luna".

Según también el conocimiento de Jungkook, Ryunah —el nombre más inusual, como la omega llamada así— no conocía al alfa —de pacotilla— llamado Sehun. Entonces, ¿cómo era posible que él le llamara de esa manera si su nombre era diferente? Eso lo molestaba. Mucho. Como jamás  se había imaginado que lo haría.

—Ah, te has levantado de muy mal humor, eh —intentó burlarse Namjoon, al ver a su dongseng entrar a la cocina —. ¿El ambiente laboral es muy malo?

Jungkook negó —. Ayer conocí a una omega —Namjoon quien estaba bebiendo de su café, lo escupió hacia la barra —. ¡Ugh, hyung! Eso es asqueroso.

—Lo siento —se disculpó el alfa mayor mientras limpiaba su desastre —. ¿Y qué tal? ¿A qué huele? ¿La has invitado a salir?

—Huele a limón y canela, pero también huele a supresores —se explicó el menor —. Y creo que no le he caído bien, solo me conoció y me gruñó.

Namjoon frunció el entrecejo —. ¿Le hiciste algo?

Ahora fue el turno del menor en hacer esa mueca —. No, hyung. Ella solo entró, me vio y me gruñó. Aunque no creo que haya sido planeado, su loba fue quien reaccionó. Fue divertido, Jimin se disculpó demasiadas veces por aquello.

—¿Te parece divertido que una omega te gruñera porque te acercaste a otro omega? —preguntó Namjoon confundido —. Bueno, tendría algo de sentido, si me lo preguntas. Quiero decir, es la única omega en una familia de alfas, tal vez ella solo protege a su familia.

Jungkook bufó —. ¿Protegerlo de qué exactamente?

—De un alfa apestoso como tú —Namjoon quiso tomarle el pelo al mejor, quién solamente le alzó el dedo medio como respuesta —. Pero ya, regresando al punto de partida. No molestes a la pequeña Min.

El alfa menor alzó una ceja, irguiéndose en su lugar —. Es solo una omega, hyung, como cualquier otra.

El mayor le miró con una mueca seria. Namjoon conocía a Yoongi desde que estaban estudiando arquitectura en la universidad, nunca había visto a su pequeña hermana, pero por cómo hablaba el pálido de ella, sabía que era algo así como su mayor tesoro. Sabía que los Min y Jimin, cuidaban de ella como si fuera el ser más delicado.

El mayor terminó por suspirar pesadamente —. Ella es la menor de los Min, Kookie, la protegen más de lo que alguien sería protegida. Sino quieres problemas con los Min, incluyendo a Jimin, no la molestes. Júralo, jura que no la molestarás.

Por un momento, los dos tuvieron las miradas conectadas, hasta que el alfa menor terminó por bajar la mirada.

—Lo juro —murmuró, antes de descruzar sus dedos por debajo de la mesa.

friable | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏWhere stories live. Discover now