𝔣𝔯𝔦𝔞𝔟𝔩𝔢 ; 15

103 16 4
                                    

Jungkook ingresó a la habitación de la omega. Él no hubiera necesitado buscar su habitación, pues él ya sabía cuál era nada más pasar la puerta principal. Extrañamente, la habitación se iluminó cuando presionó el interruptor, gracias a unas luces que parecen navideñas colocadas estratégicamente en una moldura que había arriba de la cama, cayendo como el techo de una cabaña y enredados en unas cortinas blancas. Unos pequeños spots con iluminación tenue desde el techo. Se sorprendió que la habitación era muy sencilla. Había una cama, su cabecera era una ventana. A ambos lados habían dos pequeñas mesas de noche. Las paredes, a pesar de la escasa luz era de un color gris que hacía resaltar la ropa de cama color lila.

Muchos cuadros con diferentes dibujos estaban colgados en las paredes, al igual que fotografías en una pequeña repisa del lado contrario al escritorio, debajo de este, había un pequeño librero, los libros parecían haber colocados ahí a la fuerza, aparentando que si alguien los tocaba, saldrían expulsados con fuerza. En el escritorio estaba un monitor Mac, a su lado había un teclado de piano completo y uno más pequeño en la mesa, junto con otro teclado que no podía explicar, solo tenía botones, no había más. Dos enormes bocinas, poco más grandes que su cabeza estaban en los costados del escritorio de madera blanca que estaba ahí.

—¿Para qué es esto? —preguntó Jungkook cuando sintió la presencia de la chica detrás de él, apuntando al aparato de los botones.

Ella se acercó a las puertas de su clóset —. Una maschine mk2, sirve para colocar sonidos y bases en las composiciones. Aún no lo he usado, si te soy honesta, lo compré ayer.

—¿No lo has usado? —preguntó él, recargándose en el escritorio, mirándola entrar de nuevo a la habitación, tenía en sus manos una pijama.

—Antes tenía uno más pequeño, este es más completo —respondió con voz dulce, su brillo en los ojos —. Eh... iré a asearme y cambiarme, sé que no dormirás así, por lo que si quieres ducharte y necesitas ropa interior, buscaré algo para ti en la habitación de los tortolos.

—Puedo simplemente quedarme sin ropa, ¿sabes? —preguntó él de manera coqueta.

—Está bien, duerme aquí, yo lo haré encerrada en la habitación de los tortolos.

Dicho eso, entró en la otra puerta cerrada colocando el pestillo. Una carcajada ronca brotó de los labios de Jungkook al ver aquello —. ¿Crees que a los tortolos les moleste si entro a su nido para ducharme o para robar ropa interior?

—¡Creo que ya conociste a Jiminie molesto porque su hermanita estaba herida! —se escuchó al otro lado de la puerta —. ¿Realmente quieres conocer a un alfa a su nido cuando su omega en celo lo hizo esta mañana?

Jungkook tembló —. No, me gusta mi vida.

Tiempo después, el alfa salía bien limpio de la ducha de la chica. Había sido encantador el tener que usar el dulce shampú de la chica en su cabello. Le había gustado la mezcla de su esencia con eso, pero le hubiera gustado más que el shampú fuera de la esencia de la chica. Para cuando cerró la puerta, secándose su cabello con la toalla azul de la chica, se detuvo al ver que ella estaba sentada sobre la cama en modo indio, tenía su mirada fija en un libro grande y en un cuaderno que estaba recargado en su muslo desnudo.

El alfa tragó duro cuando se dio cuenta que esta era la primera vez que exponía tanta piel. Su pijama consistía en unos pantaloncitos cortos con patitos pequeños en ellos, una blusa de tirantes entallada con un patito bordeado en el lado derecho. Se había recogido su cabello castaño en un moño sobre su cabeza y habían unas gafas con marco delgado sobre el puente de su nariz.

—¿Quieres torturarme? —preguntó luego de haber dejado la toalla en la silla del escritorio y lanzarse en la cama, con la tripa abajo, hundiendo su nariz en los almohadones que solo golpeaban sus sentidos con el aroma amargo.

friable | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏWhere stories live. Discover now