𝔣𝔯𝔦𝔞𝔟𝔩𝔢 ; 12

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Jimin tenía sus manos sobre los hombros de Ryunah mientras ambos miraban a Yoongi frente a ellos. Hacia media hora que el alfa había llegado y lo primero que hizo, fue cuestionarse por qué su pequeña hermana tenía el pómulo morado y una costra de sangre en su labio inferior. Su primer instinto, como el alfa de la casa, fue apretar la mandíbula y estar a un pelo de golpear a alguien o algo. Lo primero que dijo fue exigir respuestas, para desgracia de los omegas su alfa había hablado, haciendo que ambos se quedaran congelados mirando abajo por un momento. Yoongi se sintió mal por aquello, pero no había mucho qué hacer, él era el alfa de la casa, ella era su hermana menor, la protegería de cualquiera.

—Jungkook me llamó —comenzó a hablar Jimin, intentando ser el más tranquilo.

—¿Quién demonios es Jungkook? —preguntó Yoongi, molesto —. ¿Te refieres al alfa que es tu fotógrafo? ¿Al amigo de Namjoon?

Ambos omegas asintieron, fue el mayor quien continuó hablando —. Lo siento, no había querido decírtelo antes hasta estar seguro.

—Seguro de qué cosa.

Ryunah para ese momento tenía los ojos cerrados con fuerza, recargada sobre la encimera. Quería esconderse.

—Jungkook es el destinado de Ryunah —soltó Jimin, serio de repente, pero con su tono de voz aún dulce.

—Pero, ¿qué dices, Jimin? —preguntó Yoongi con el ceño fruncido —. ¿Cómo sabes que ese es el destinado de Ryu?

Su prometido sonrió cálidamente, dándose cuenta que la furia que antes sentía, estaba comenzando a alejarse solo para dar paso a dos sentimientos diferentes, la curiosidad y posiblemente la esperanza.

—Puede oler a Ryu, Yoonie, puede olerla aún con los supresores. Puede olerla a varios metros de distancia y bueno, soy omega, creo que sé cuando un alfa ha encontrado a su omega.

El alfa se quedó estático en su lugar. Por alguna razón, la voz de su abuela retumbó en su cabeza.

Ryunah tenía tan solo ocho años, había sufrido su primer celo y los Min solo podían ver a la pequeña niña retorcerse con un poco de dolor e hirviendo en fiebre. Era difícil para su madre adoptiva verla de esa manera, "ella es tan pequeña" había pensado.

Los hermanos Min estaban subiendo sus maletas al auto junto con su padre, se sentían un poco mal por tener que dejar a su pequeña hermana sola.

—¿Realmente tenemos que irnos? —preguntó Yoongi con el celo fruncido —  Yo estoy bien, quiero quedarme, papá. Ella me necesita.

En aquel entonces, Yoongi tenía quince años, no entendía muchas cosas acerca del celo de una omega, mucho menos de una tan especial como lo era su pequeña nueva hermana.

—Te necesita porque eres un alfa —habló la abuela Min —. En realidad, podría incluso necesitar a tu madre también, pero la reconoce como tal así que no hay problema.

Los hermanos Min la miraron confundidos, así que el alfa de la casa comenzó a explicar —. Ustedes no han marcado a nadie, por eso no pueden acercarse a su hermana, necesita del mismo espacio que ustedes cuando están en esa fase.

—Pero con los supresores nosotros nos sentimos mejor —habló Jongi.

—Nosotros sabemos que Luna es diferente a los demás omegas, los supresores no son suficientes.

Para la noche, Yoongi exigió hablar con alguien para que le confirmara que Ryunah estaba bien, fue su abuela quien respondió positivamente. Con sus temblorosas pálidas manos, tomó el teléfono que su padre le tendía y se lo llevó a su oído. Su lobo aulló cuando escuchó un chillido de dolor antes de una respiración agitada.

friable | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏWhere stories live. Discover now