Ryunah entraba al edificio en donde ahora trabajaba con una pequeña sonrisa. Esa mañana se había sentido tranquila, pues había recordado que tenía que encontrarse con uno de los productores de la agencia para que pudieran hablar acerca de algunas canciones que ella ayudaría a tocar para el nuevo grupo.Estaba feliz. Esa felicidad había podido remplazar el sentimiento amargo que tenía con el recuerdo de aquella noche de celebración. Su hermano y su cuñado le habían dado demasiados mimos y ánimos antes de que el mayor la dejara en la disquera. Con un movimientos de puños, dándole ánimo, la menor se bajó del auto.
Una vez dentro, no tardó en encontrarse con Eunwoo, quien le sonrió de tal manera en que sus ojos se cerraron.
—¡Ay, me alegra que estés bien! —habló él, sacando ligeramente su labio inferior haciendo un mohín —. Jungkook no ha dejado de tener ese semblante serio y no ha querido hablar con nosotros, pensamos que algo malo había ocurrido después de que los dejáramos en el departamento. ¿Te hizo algo? ¿Te dijo algo?
Ryunah parpadeó un poco antes de terminar por sonreír de manera cálida. Eunwoo se había ganado su confianza mucho más rápido de lo que ella hubiera pensado. Él era un omega demasiado dulce, que solo se preocupaba por su amigo alfa y ahora por ella. Cuando había pasado el insidente, no había querido dejarla, la arrullaba y le decía que las cosas estarían bien, pues sabía que los dos alfas cuidarían de ella sin dudarlo. Además que le repetía una y otra vez que Jungkook era la persona indicada para cuidarla.
La omega no lo sabía, pero tal vez ella estaba confiando más en las personas de lo que debería porque estos eran personas relacionadas con su alfa.
—Yo estoy bien... —dijo ella en un hilo de voz —. Y Jungkook... bueno, no he hablado con él y preferiría no hacerlo.
Eunwoo se quedó estático por un momento, sin saber qué decir. Jamás se imaginó que la chica diría eso. Él había sido testigo de la manera en que esos dos se veían y no le parecía rasonable que ella quisiera mantenerse alejado de quien parecía ser su alfa predestinado. Él era un omega, sabía, por la teoría, que cuando encontraban a su pareja, harían lo posible para estar juntos.
—Y-yo... lo siento, pensé que él... que tú...
Ryunah pudo notar las intenciones del omega, por lo que solo le sonrió con los labios cerrados —. No se preocupe, Eunwoo-ssi, yo... hablaré con él después.
Después de aquella naturalidad y tranquilidad que expresaba la mirada de la chica, Eunwoo se relajó. Le indicó con un movimiento de la cabeza que lo siguiera para poder ir hacia el departamento de edición.
Así es como pasó su primer día oficial, Ryunah se había encargado de conocer a todos los presentes. Al principio era demasiado tímida, pero una vez que ella tocaba en el teclado y murmuraba cosas acerca de acordes para ediciones de las canciones bases que le habían dado. En ese momento, mientras que ella se encontraba envuelta en la música, era determinada. Su mirada cambiaba y parecía que solo se dejaba guíar por la marea.
Ya cerca de las ocho de la noche, Ryunah tomó su móvil que estaba sonando con intensidad sobre el escritorio a un lado de su laptop, sin mirar el remitente, simplemente contestó.
—¿Diga?
—¿Ya saliste? —una mueca de sorpresa apareció por un momento en su cara cuando escuchó la voz del alfa que menos quería ver o saber, al otro lado de la línea. Miró a su acompañante, para agradecer cuando le pasó la hoja de partituras —. ¿Ryu?
—Está bien, Ryuni-ssi, puedes retirarte, creo que con esto es suficiente para un día —sonrió Nabeo —. Me has ayudado demasiado, creo que a PDnim le gustará demasiado el trabajo que hemos hecho.
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friable | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏ
Hayran KurguNunca nadie había visto o sabido algo acerca de alguien como ella. Era especial, aunque nadie se acercaba demasiado porque era diferente. Hasta él. Primera parte de la saga ferox. ☾Hétero. ☾Ligeramente omegaverse. ☾ Temas difíciles, mentes difícile...