𝔣𝔯𝔦𝔞𝔟𝔩𝔢 ; 10

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Para cuando salieron del baño, Ryunah ya con el cabello completamente seco y vestida con ropa abrigadora, los dos se dirigieron hacia la cocina en donde el mayor se dedicó a preparar la bebida que la chica había pedido. 

En realidad, luego de haber salido del baño, ninguno de los dos dijo demasiado. La omega decidió que sería bueno llamar a sus oppas. 

―Ah, había demasiado olor a sudor, tabaco y alcohol ―respondió la chica , intentando que su tono de voz no demostrara la angustia que estaba comenzando a sentir de solo recordar lo que había pasado después de haber llegado. 

¡Ay, mi pequeña, eso significa que te has divertido! ―expresó Jimin, Ryunah sabía que con una sonrisa en los labios, se notaba que estaba feliz. Ojalá compartamos el mismo sentimiento. 

Luego fue turno de su hermano en hablar ―. ¿El tal Jungkook se está comportando? Sabes que sino te sientes cómoda solo debes llamarme e iré de inmediato, no me enojaré si me despiertas a mitad de la madrugada. 

Por el tono de voz que estaba usando Yoongi, ella sonrió, una sonrisa con un poco de dolor. A Jungkook no le gustó ver esa mueca en ella, mucho menos verla mordiéndose su labio inferior para que el dolor que su mente le creaba no la delatara hacia sus oppas. Él de manera lenta se colocó a su lado y comenzó a acariciar su espalda. 

―Se ha portado bien, Yoonie, aún no lo he golpeado ―eso lo dijo mirando al mencionado. Le gustaba de alguna manera molestarlo, era demasiado divertido para la omega hacerlo enfadar ―. Y sí,  yo te aviso. Sí, duérmete ya, no soy una niña, ¿querían que saliera? Ahora déjenme que tengo una orgía esperándome. 

Escuchando las risas al otro lado de la línea, ella colgó. El nudo en la garganta la sobre pasó, por lo que las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. 

―Oye, está bien ―pero Ryunah sabía que no lo estaría, aunque por el bien de su familia, simplemente asintió ―. ¿Por qué no vas a dormir? Mañana será otro día. 

Ella suspiró pesadamente, dejando caer su frente en el pecho del chico. El alfa se sorprendió por su acción, pero algo le decía que ella estaba casi llegando a su límite, por lo que no dijo nada ―. Escucha, no te pediría esto de no ser porque... Yo solo... ¡No te rías! 

―Ryunah, si quieres que durmamos juntos para que tu loba se sienta tranquila, puedes decírmelo. 

La omega se removió en su lugar donde él aún seguía a su lado ―. Eres increíble, ¿por qué no dejas de joder y mejor me dices dónde puedo conseguir unas mantas para pasar la noche? 

Ryunah quería esconder su nerviosismo lo que más podía, esperando que pensara que ese aroma sea por lo ocurrido en la noche y no porque probablemente dormiría con un alfa que no sean sus hermanos. 

Toda la situación con el alfa era algo tan nuevo para ella, que la abrumaba, es por eso que su característico carácter por lado de los Min, siempre salía a luz. Era como su modo de autodefensa y Jungkook no sabía cómo reaccionar, pues estaba en la misma situación, haciendo que siempre esté a la defensiva. Ellos eran tontos.

—Ryunah, por favor no seas pesada —bramó Jungkook, casi harto del comportamiento infantil de la chica —. Vamos a la cama, ¿de acuerdo? Estoy cansado, estás cansada, ambos necesitamos dormir para saber cómo afrontaremos esto —puso delicadamente su dedo índice sobre el pómulo morado de la chica —, con tus hermanos mañana.

Esa última frase bastó para que la chica frunsiera el ceño. En ese momento, todos los sentimientos parecieron caerle de golpe, haciendo que gruñera de molestia.

—¿Cómo demonios le voy a explicar esto a Yoongi? —exclamó molesta —. Mierda, va a matarme a mí. Me encerrará en mi maldita habitación y no me dejará salir. Si tengo suerte, el tema quedará ahí, no le dirá a Jongi o a nuestros padres. Pero Yoongi es un bocaza, ¡le dirá cómo mínimo a Jongi y ese desgraciado se mudará y hará guardia cuando la parejita no esté!

Jungkook confundido por el arrebato de emociones que la chica simplemente la miró. Probablemente esté entrando en shock, pensó el alfa.

Ella había comenzado a temblar, hablaba demasiado rápido y parecía aislarse en su tornado de pensamientos. Para Jungkook era algo sorprendente, nunca había visto a alguien quebrarse de esa manera. En el momento que ella comenzó a golpearse la frente, el alfa tomó con rapidez sus muñecas.

—Oye, shhh —comenzó a arrullarla —. Tranquila, estás a salvo. Estoy aquí, estoy aquí.

Jungkook la tenía entre sus brazos. La mecía de un lado a otro mientras acariciaba su cabeza y le ronroneaba en un intento de tranquilizar sus temblores. Una presión apareció en su pecho en el momento que la escuchó llorar de nuevo, derrumbándose. Esa carátula dura que ella siempre tenía frente a él, se rompía poco a poco.

Se quedaron ahí por un buen rato, ella temblando y llorando, y él abrazándola con fuerza expirando hormonas para hacerla sentir mejor. Entre tarareos, Jungkook se dio cuenta que ella estaba quedándose dormida, por lo que decidió que sería buena idea llevarla a la cama.

De un momento a otro, Ryunah sintió que estaba en otro lugar que no sea la cocina. Podía sentir la manera en que el alfa la dejaba delicadamente sobre el colchón y pronto la arropaba. El olor a madera y tierra mojada, llegó a la nariz de la omega, haciéndola relajarse más. Para cuándo Jungkook hizo el ademán de ir a cambiarse, Ryunah tomó su mano.

—No te vayas, n-no te vayas, alfa.

—Solo iré a ducharme, regreso en cinco minutos.

Eso no le gustó a la chica, pero Jungkook no daría su brazo a torcer, odiaba meterse en su cama cuando tenía la ropa de fuera. El lobo del alfa consoló al de la omega, por lo que ella lentamente soltó su muñeca.

Cumpliendo su palabra, Jungkook se dio la ducha más rápida que pudo tener ni aunque se le hiciera tarde para algún lugar, de la misma manera se colocó sus bóxers, pues siempre solía dormir así, más aún cuando estaban en verano y luego, regresó a la cama.

Ryunah estaba como la dejó, hecha bolita envuelta en las sábanas y con los ojos cerrados abrazándose a sí misma. Al sentir el aroma del mayor, abrió los ojos. Jungkook se colocó a su lado y no dijo nada cuando ella rápidamente de apretó a él. Intentando ignorar la sensación que él sintió cuando ella colocó su pequeña mano sobre su pecho desnudo.

—¿Alguna vez te has conectado con alguien? —preguntó ella en voz baja.

Jungkook tragó duro. Solo contigo, pensó. Quiso decir aquello, sin embargo, solo soltó:— No lo sé, tal vez. ¿P-por qué preguntas?

—Yo estoy conectada a alguien y en lugar de cuidar de mí, me hiere —Jungkook se tensó por completo cuando la escuchó en ese tono, entre amargo y agónico, débil —. Me mata poco a poco todos los días. Dejé de amarlo hace muchos años, ¿sabes? Yo, cuando prometí que siempre lo amarías, dejé de hacerlo. Ese bonito sentimiento se volvió negro y amargo.

El alfa tenía mucho miedo de preguntar si se refería a otro alfa. A alguien a quien ella realmente llegó a querer, tal vez algunos años atrás. Alguien a quien tal vez dejó marcarla, no físicamente, sino emocionalmente.

—¿Es tu alfa? —preguntó él en un hilo de voz, mientras sentía que cada uno de sus músculos se colocaban como piedra. No quería escuchar su respuesta, pero a la vez sí quería. Moría por saber quién la había marcado emocionalmente para que ella se sintiera así.

—No —murmuró ella, casi perdiendo el hilo, casi cayendo en un profundo sueño —. Tú eres mi alfa.

En ese momento, cada fibra de Jungkook se desinfló.

Y tú eres mi omega.

friable | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏWhere stories live. Discover now