Capitulo 22

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Capítulo 22

“No me tientes, que si nos tentamos, no nos podremos olvidar”

Dos semanas después, me encuentro atrapada en las redes de Peter, lo mismo que me paso cuando lo conocí, me paso cuando me volvió a insistir en volver a vernos; Me di cuenta que por más que lo intenté, siempre voy a caer en sus brazos.

Me rindo.

Ahora la que me da pena, soy yo misma.

Peter: (En su casa) ¿Que te gustaría hacer? (Me mira con sus ojos salvajes)
Lali: Comer.
Peter: ¿Comer? (Me toma de la cintura)
Lali: Si, a vos. (Y en un corto plazo me sienta arriba de la mesada)
Peter: Bien, eso tendrá que esperar, porque debemos comer.
Lali: ¿Me estás diciendo enserio? (Lo atrapo con mis piernas) ¿Desde cuándo te preocupas por comer?
Peter: Desde que sé que vas a gastar muchas energías en mi cama.

Lo observo desde el sitio que él me dejo; Jamás imagine ver a un hombre en la cocina más allá de la tele, vestido con sus clásicos Jean y su torso todo desnudo, una situación poco manejable a como me encuentro yo por dentro.

Peter: ¿Debería preguntar por cómo es tu vida? Lo único que sé, es que en poco tiempo te recibís.
Lali: ¿Que quieres saber?
Peter: Contame sobre tu familia. Cande es tu media hermana, por lo que escuche, cosa que también es lo único que sé.
Lali: Mi mamá hace cinco años se fue a vivir a Neuquén, después de la muerte de mi padre mis tías le insistieron que se fuera. (Me mira) No te preocupes, ya lo superé. Murió de cáncer en los pulmones, nunca en su vida dejo de fumar. Con Cande no nos queríamos ir, ella estaba en su segundo año de carrera y yo empezaba el mío, hablamos con mi mamá hasta que nos dejó quedarnos.
Peter: ¿Y cómo fue que tus padres se conocieron?
Lali: Cuando Cande tenía tres meses de vida, el padre las abandono sin dar explicación, así que mi vieja se las rebusco para criar a Cande, en una búsqueda de trabajo conoció a mi padre y desde ahí no se separaron nunca. Y en una de sus noches aparecí yo.
Peter: ¿Y Cande nunca más supo de su padre?
Lali: La ayude a buscarlo, pero nunca quiso dar la cara.
Peter: ¿Y tu padre a que se dedicaba? (Mientras enfocaba su mirada en mi)
Lali: Tenia una panadería, donde mi vieja hasta el último día antes de irse trabajo y se hizo cargo de todo, hoy por hoy eso fue vendido incluso una parte de un mercado que tenía con un socio.
Peter: Por lo visto ya sé de donde te gusta el negociar las cosas.
Lali: Herencia corazón. (Planto un beso en mi boca)
Peter: ¿Y siempre se llevaron bien con tu hermana?
Lali: Al principio no tanto, la trataba como adoptada, incluso un día la hice llorar porque le dije huérfana de padre. (Arruga su frente) era muy mala de chica.
Peter: Por eso tu estatura. (Me miro sonriendo)
Lali: Me volves a decir eso y juro que esa carne la guardo en la heladera… (Me interrumpe)
Peter: ¿Y qué señorita, Esposito? (Se para frente mío)
Lali: Te deseo. (Fue lo único que encontré para decirle)
Peter: ¿Qué quieres? (Me vuelve agarrar de las caderas y me acerca a él)
Lali: A vos, en tu cama, desnudo y solo para mí.

Me baja de la mesada, guarda la carne en la heladera y me lleva de la mano hasta su habitación; Me deja parada al pie de la cama, en silencio, mirándonos.

Peter: ¿Y ahora qué?
Lali: Hazme el amor, quiero sentirte dentro mío.
Peter: Sabes en lo que termina todas esas palabras que me dijiste, ¿No?
Lali: Si, lo sé.

Me da una revisión por todo mi cuerpo, pareciendo analizar que zona atacar primero; Comienza por subirme la blusa y dejarme libre la panza, la acaricia, se agacha y la empieza a besar, siento sus manos luchar con los botones de mi jean, una vez desprendidos todos, me acuesta en la cama, el de pie, tira de mi pantalón y me lo saca, haciéndome quedar en ropa interior, tirada en una cama, deseándolo tenerlo arriba mío.

Veo como él se quita rápido su remera y el pantalón, para luego competir quien termina más rápido desnudo; abre mis piernas con sus manos y mete su cadera en aquel hueco, para bombardear mi cuerpo de besos, saca mi corpiño, acaricia mis pechos, los lame, juega con mi pezón, su boca va dejando un camino de besos y se detiene por arriba de mi parte intima.

Peter: ¿Paro?
Lali: Te quiero dentro mío. (Digo jadeando)
Peter: ¿Quieres que te la saque?
Lali: Si, Peter. (Me excita aún más la espera)

Se para, puedo ver su erección, se quita el bóxer, me siento en la cama y estiro mi mano para tocar su pene, lo acaricio y puedo ver la perfecta o que forma con su boca el tacto que le da mi mano a su miembro.

Peter: Si sigues así, acabare en tu mano, Lali.
Lali: ¿Dónde está el condón?
Peter: En el cajón de la mesita de luz.

Me estiro para agarrar el paquetito y romperlo, él lo toma y se lo coloca. Me acuesta en la cama, me vuelve abrir de piernas y se inclina sobre mí, pasa sus dedos por mi vagina, haciéndome gemir, besa mis pechos.

Lali: Para de hacer eso, te quiero adentro mío, por favor. (Digo en suplica)
Peter: ¿Quieres acabar rápido?
Lali: Quiero que me penetres duro, nada más.

Y sin pedirle otra vez que lo haga, siento como se va deslizando dentro de mí, arqueo la pelvis lentamente para recibirlo, y de un momento a otro, nos encontramos haciendo el amor.

CONTINUARA… 

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