Capitulo 43

527 24 1
                                    

Capítulo 43

“La verdad es que te van a querer como pueden, no como vos queres”

Sábado, cerca del mediodía, en la cama.

Peter: Me duele la cabeza. (Acostado) 
Lali: Te traigo algo para tomar, si tenes. (Sentada en la cama)
Peter: No está bien, ya se me va a pasar. (Nos miramos) ¿La camioneta donde esta?
Lali: Lo llamé a tu papá, le dije si la podía ir a buscar. Ya la trajo, las llaves están colgadas. (Dije levantándome)
Peter: ¿Mi viejo sabe de la forma que llegue?
Lali: No dije nada, pero supongo que se habrá dado cuenta. Me voy a casa, llámame cuando te sientas mejor.
Peter: Para, no te vayas (Dijo levantándose) Perdón por lo de anoche, no me acuerdo mucho, pero me imagino que hiciste todo por mí. (Me tomo del brazo)
Lali: No te preocupes, lo hice porque quise.
Peter: A eso ya lo sé, no te vayas, quédate acá, vamos a buscar a Chiara y pasamos un día juntos.

Lo acepte, no por él, sino porque quería ver a la nena, y sentía que si no me quedaba él no la iba a ir a buscar.

Peter: ¿Vamos a la quinta? (Dijo entrando a la pieza)
Lali: ¿Qué quinta? (Mostrando cara de asombro)
Peter: A la de mis viejos, no queda muy lejos. Si no tienes nada que hacer mañana, nos quedamos a dormir.
Lali: Bueno dale.
Peter: Llévate una maya, tienen pileta climatizada.
Lali: ¿A qué hora salimos?
Peter: Cuando estés lista.
Lali: Llamo a Cande y preparo todo. ¿Chiara va con nosotros?
Peter: Si, viene. La tenemos que pasar a buscar.

Y se fue sin decir más nada; Terminé de hablar con Cande y me puse a armar un pequeño bolso con las cosas más importante, por mi maya tendríamos que pasar por casa, pensé.

Lali: ¿Podes pasar por casa antes de ir a buscar a tu hija?
Peter: ¿Que te falta?
Lali: La maya.

Sin responder nada, se dirigió para allá; Desde que nos levantamos esta así, lo siento raro, él es raro, y encantadísima estaría por saber que le pasa.

Lali: ¿Bajas?
Peter: No está bien, anda que te espero.

Odio su cambio de humor, ¿es bipolar, acaso?, odio no poder entenderlo.

Cande: ¿Qué paso? ¿Te arrepentiste? (Dijo a penas me vio)
Lali: No, vine a buscar algo. (Subiendo las escaleras) Me podés seguir. (Le dije sin mirarla)
Cande: (Subiendo atrás de ella) No tenes una cara de buenos días.
Lali: Te juro que no lo entiendo, es peor que una mujer cuando le viene. (Dije ya buscando en mi cajón)
Cande: ¿Que te hizo?
Lali: Nada, pero odio cuando cambia de un segundo a otro. Ahora esta con una cara de culo impresionante, llega Chiara o alguno de sus familiares y la sonrisa es su mejor amiga.
Cande: Ese pibe es bipolar o tiene algo contra vos, una de dos.
Lali: Es un idiota, eso pasa.
Cande: También (En puerta) pásala lindo, y si no funciona, llámame que voy a buscarte.

Mientras vamos a buscar a Chiara, es igual, en nada cambio, así que solo me dispuse a escuchar la radio, que hasta el momento es lo único que funciona.

Chiara: Hola (Dijo tímida)
Lali: Hola corazón, Ponete el cinturón.
Chiara: ¿Me ayudas?
Lali: Si bonita. (Terminando de abrochárselo) Ahora sí.
Chiara: Que linda estas, yo quiero peinarme y vestirme igual que vos cuando sea grande.
Lali: Que lindo alago me das. Vas a hacer más linda que yo cuando seas más grande. (Peter aún seguía hablando con Lucia) ¿Cómo te fue en el jardín esta semana?
Chiara: Aburrido, no me gusto ir. (Reímos) Te extrañe cuando papá me vino a buscar y vos no.
Lali: Trabaje hasta tarde estos días, si no vos sabes muy bien que te voy a buscar yo.
Chiara: Igual con papá me divertí, fue más divertido que otros días. Me compro el perfume que a mí me gusta.
Lali: A pero pasaron un día genial ustedes. (Justo sube Peter) ¿Pasa algo? (Por su cara)
Peter: Después hablamos. ¿Tenes puesto el cinturón de seguridad, Chiara?
Chiara: Si, papi. (Arrancando) ¿La tía va?
Peter: Si.
Chiara: ¿Y la abuela?
Peter: También. ¿Trajiste tus cosas?
Chiara: Si, porque si no me aburro.

A media iba escuchando la charla que tenían, mi cabeza solo pensaba en ese “Después hablamos”, incluso cuando la nena me hablaba le respondía en el aire y monosílabos.

La quinta tiene un jardín enorme, se puede apreciar la naturaleza a simple vista; La enorme casa está rodeada de árboles y fuentes de aguas, por dentro contiene una enorme sala de estar y allí la escalera que lleva a un pasillo interminable que conducen a las habitaciones, que mejor ni hablemos de ella, es mucho más grande de lo que imagine; La cocina y comedor están separadas por una enorme isla y un pasa platos, la luz de afuera entra por un par de ventanales rústicos, los cuales te dejan apreciar muy bien la parte exterior, una pileta enorme cubierta por una carpa, un quincho con mesas de patio.

Andrea: Hola Lali, ¿cómo estás? (Con una sonrisa)
Lali: Muy bien, ¿y vos?
Andrea: Bien corazón. ¿Pesado el viaje?
Lali: No tanto.
Andrea: ¿Que te ofrezco para tomar?
Lali: Nada, gracias.
Juana: (Entrando de afuera) Hola La, por fin llegaron, ya te estaba extrañando.
Andrea: Juana, recién llegaron, no la agobies.
Lali: No te preocupes, estoy bien, me gusta pasar tiempo con ustedes, Juana es una ídola.
Juana: Ves mamá, no es como vos decís. Vamos a fuera, te llevo a que conozcas este lugar.
Chiara: Yo quiero ir. (Dijo gritando)
Juana: Vamos garrapatas.
Andrea: Juana. (Retándola)

Es un lugar tranquilo, lejos, muy lejos de la gran ciudad; Es un espacio de donde no te irías nunca en tu vida, yo por lo menos, no me iría de acá; Disfrutamos, reímos, hablamos y esas cosas de chicas, fue lo que hicimos con Juana y Chiara, ver a esa nena tan feliz, escuchar su risa, es como estar dentro de su inocencia.

Juana: La, ¿y donde conociste a Peter?
Lali: En un bar, Salí con amigas y me lo crucé. Qué lindo lugar.
Juana: ¿Nunca viniste? Va, ¿nunca te trajo?
Lali: No, ¿Para qué me iba atraer?
Juana: No sé.
Lali: (Me quede pensando) ¿Este es el lugar a donde trae a las mujeres que conoce?
Juana: No quise decir eso.
Lali: Esta todo bien.
Juana: No le digas a Peter, me va a matar.
Lali: No te preocupes. Igual me gustaría saber un poco más de él.
Juana: A mí no me preguntes.
Lali: Lo conoces mucho.
Juana: Él es así con todas, nunca cambio, hasta que bueno, Lucia quedo embarazada y mis viejos le pidieron que bajara un cambio. Al principio no quiso hacerse cargo, supuestamente él decía que no era suya, pero cuando la vio se olvidó del análisis de sangre. Y ahora también cambio un poco, dicen que todo hombre necesita una mujer para cambiar.
Lali: ¿Qué quieres decir?
Juana: Que desde que te conoció a vos, pasa más tiempo con su familia, sonríe más, a mi vieja incluso la abraza más seguido y la va a ver.
Lali: Eso no quiere decir que yo lo cambie, él se dio cuenta de algunas cosas.
Juana: A mí con eso de humildad no eh, a mí no. (Reímos) No, pero fuera broma, se nota que te quiere, a su manera, pero lo hace.

CONTINUARA...

Cuando Me AmesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora