Causa-Efecto

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El cielo se retorcía ante los ataques de relámpagos y bolas de fuego, demonios volaban hábilmente esquivando dichos ataques, flechas y lanzas eran disparados de manera abrumadora intentando y en muchos casos logrando derribar a los numerosos enemigos aéreos.

En tierra una ciudad en ruinas era el escenario de una de las batallas más violentas desde la muerte del rey demonio, pues su ejército, aún dispuesto a luchas, seguía manteniendo y ocupando territorios humanos desde las planicies del norte hasta las costas del oeste.

La ciudad de la Quintero, una gran ciudad elfica, cúspide de la economía internacional con enanos, humanos y otras muchas razas, ahora vivía una espeluznante ocupación por parte de las fuerzas del infierno.
Calles de piedra llenas de cadáveres y espadas rotas, edificios destruidos e incendiados que arrojaban gruesas nubes de humo y ceniza, columnas interminables de malignos entes envueltos en armadura de acero y cuero que se movían de manera organizada hacia la batalla.

El avance infernal se detuvo en la plaza principal de la ciudad, donde las tropas humanas y enanas habían formado un frente común.

Batiendose en duelo los campeones de sus respectivos ejércitos, la plaza se llenó rápidamente de los cuerpos de miles de soldados de todas las facciones, fuego y hielo, luz y obscuridad, pues los magos asediaban las formaciones enemigas con cuánto hechizo pudiesen conjurar, las bestias de asedio demoníacas eran demasiado grandes para moverse libremente en el campo de batalla, siendo hostigadas por las ballestas y baterías de artillería enanas hasta que finalmente el calor de la batalla llegó a un punto muerto.

Los generales del ejército demoniaco eran astutos, eficientes y letales, cada uno había conseguido numerosas victorias, incluso tras la caída de su rey, pues se rumoreaba que en su astucia y sisaña, ellos había planeado su caída en silencio y ahora, mientras expandían sus conquistas, luchaban internamente por alzarse con el poder.

Muchas misiones de asesinato se habían realizado para acabar con cualquiera de los 3 generales, pero ninguna había regresado hasta el momento, después de todo, no había nadie lo suficientemente especializado como para asesinar a un lord goblin de manera certera, pues lo único en común entre los 3 generales era su especie...lord goblins

Las criaturas más bajas en la escala de monstruos podían volverse sumamente peligrosos con la experiencia y el tiempo suficiente, superando a orcos, ogros y trolls, no por su habilidad en combate, sinó por su capacidad de aprender y adaptarse.

Los demonios son difíciles de invocar, los trolls y ogros tardan cerca de tres meses en estar listos para el combate...pero los goblins...solo una semana después de su nacimiento podían pararse en las líneas delanteras y con una semana extra de adiestramiento se volvían una fuerza increíblemente capaz a la hora de luchar, volviéndose rápidamente la base principal de las fuerzas infernales.

Por otra parte, los humanos y enanos eran una fuerza mucho más experimentada y eficaz en combate, pero era difícil conseguir refuerzos capaces a la hora de luchar, cada baja era resentida con poderosa negatividad en la primera línea, que día a día se veía obligada a replegar se un poco más.

Los enanos eran expertos en la defensa, sus gruesas armaduras, su fuerza dispareja a su tamaño y su característica magia capaz de crear pequeñas fortificaciones de piedra los había impulsado como los mejores para repeler el avance terrestre de los demonios, pero su incapacidad para lidiar con enemigos aéreos los vió mermados durante las batallas anteriores en campo abierto, allí fue donde entraron los elfos, naturalizados a la arquería, con grandes afinidades a la magia elemental, su especialidad era los ataques a distancia, viéndose como los protectores de los cielos infestados de demonios alados y quimeras de piedra; pero la buena capacidad defensiva de ese ejército solo ayudaba a mantener el terreno en guerras de desgaste, las cuales obligaban día con día al ejército aliado a retirarse, fue entonces que los hombres bestia y los humanos hicieron su aparición, las bestias eran fuertes y veloces, ideales para luchar cuerpo a cuerpo, pero malos en hacer formaciones y usar magia, los humanos, débiles por naturaleza, pero adaptables y capaces de hacer prácticamente de todo, complementandose unos con otros, el ejército resultante abatió numerosos asaltos, viendo victorias importantes hasta el día en que la heroína cortó la cabeza del rey demonio.

Goblin Slayer. temporada de cazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora