Capítulo 17

1K 120 11
                                    

Maratón 1/?

-Señor Valdés disculpe la hora, pero pasa algo con su hija. La he seguido todo este tiempo como usted me lo pidió, todo había estado bien pero hoy no ha parado de dar vueltas a una licorería.

-Siempre que se trate de mi hija puedes hablarme a la hora que sea Adams, ¿Juliana ha comprado alcohol?- Eran las 2:37 am en Londres, y al ver el nombre de quien le llamaba Alexander pensó lo peor.

-No, pero lleva parada afuera un buen rato. Se va y a los minutos regresa, por lo que puedo observar no se ve bien. ¿Cómo quiere que proceda?

El Sr. Valdés pensaba, no podía dejar que interviniera el guardaespaldas que le había contratado a Juliana. Tenía que tomar una decisión, y decidió no intervenir. Quería ver si su hija sería capaz de arruinar todo su avance y entrar a comprar alcohol.

-No hagas nada, síguela vigilando. En cuanto la veas con una botella en mano, me llamas inmediatamente. -Esta era la prueba de Juliana, si caía su padre ordenaría que la recogieran y la internaran en un centro de rehabilitación.

-Como usted mande, lo mantengo informado. - George Adams colgó el teléfono. Él se había podido infiltrar en la escuela como conserje para poder tener mejor vigilada a Juliana, y era un cliente frecuente en la cafetería en la que trabajaba. Y todo sin levantar sospecha de sus verdaderas intenciones.

Del otro lado del mundo, estaba un abatido hombre que estaba preocupado por su hija. Todo iba muy bien con Juliana, veían avances en su comportamiento e incluso les hablo de una chica, no entendía del todo que pasaba con ella. Solo esperaba que su hija fuera más fuerte y no cayera en tentación.

-¿Que ha pasado Alex? - Preguntó Hailee aún muy somnolienta.

-Me ha hablado Adams, Juliana está afuera de una licorería y me llamó para saber cómo proceder, le dije que no haga nada. Quiero confiar en que mi hija puede vencer la tentación.

-Según Rachel, Juliana tenía mucho que no tomaba y ahora no entiendo porque está pasando esto. -El sueño se le había espantado, ambos estaban preocupados por su hija y no podían hacer nada, solo confiar en ella.

-Tampoco me lo explicó amor, eso tendremos que hablarlo también con nuestra terapeuta. Si queremos que Juliana esté bien, nosotros necesitamos estar preparados para estas cosas. -La pareja Valdés llevaba semanas asistiendo con una terapeuta, ellos también necesitaban ayuda porque Juliana era el reflejo de las malas decisiones que habían tomado como padres, y querían cambiar para no volver a cometer los mismos errores.

-Deberías de hablarle a Rachel, tal vez ella sabe que ha pasado con Juliana. Por favor llámale – Suplicó una muy angustiada madre.

-Lo haré ahora mismo, ahora trata de descansar un poco por favor. –Le pidió acariciando la mejilla a su esposa, sabía que a ella le afectaba más estas cosas y quería verla más tranquila.

Alexander marcó varias veces el teléfono de Rachel pero no contestó, eso lo preocupaba más porque la cosa era más seria de lo que pensaba y deseo poder estar con su hija en esos momentos.

Lo que no sabía era que Rachel también estaba pasando una situación bastante fuerte, y de la cual no estaba preparada para enfrentar.

....

-Valentina, ¿Qué pasó con Juliana? ¿No pudiste alcanzarla? –Preguntó muy angustiada Rachel, sabía bien todo lo que sentía Juliana por esa chica, y una escena como la que presenciaron podría arruinar todo lo que había mejorado.

-No pude alcanzarla, cuando salí a la calle ya estaba muy lejos. Me preocupa lo que pueda hacer. –Valentina no podía dejar de llorar, lagrimas salían de sus ojos sin poder controlarlo.

El futuro no está escrito [Juliantina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora