El futuro no está escrito [Juliantina]

Capítulo 10

Juliana recorría de un lado a otro la pequeña habitación, no había escuchado las diez alarmas que puso y bueno, Kara no se había tomado la molestia de despertarla. El jet lag aún estaba haciendo estragos en la morena, eran cinco horas menos que Londres y aún peleaba con su nuevo horario.

Rachel ya llevaba varios minutos esperándola para llevarla a la escuela, ya había faltado a su primera clase y esa no la mejor manera de empezar la escuela, en lo que esperaba que Juliana terminaba de arreglarse su celular sonó, era el Sr. Valdés. El también estaba consiente de que era el primer día de escuela de su hija y estaba al pendiente junto con Hailee.

Rachel: Buen día Sr. Valdés, estaba esperando su llamada.

Alexander: Buena tarde Rachel, ¿si recibiste la transferencia en tu cuenta?

Rachel: Si la recibí, le compré ropa nueva a Juliana como me indicó, una menos ostentosa y llamativa, que llevará ropa de diseñador a la escuela no era una buena idea, pero Señor quería preguntarle ¿no cree que depositó mucho dinero de más? -Rachel había recibido la primer transferencia del Sr. Valdés, para todo lo que su hija fuera a necesitar, y además de un extra como agradecimiento hacia la pelinegra.

Alexander: Claro que no, es lo justo. Rachel tú no aceptaste que se te pagará por lo que estás haciendo con Juliana, por favor guarda ese dinero para alguna emergencia o incluso puedes usarlo para la universidad de tu hija. - El Sr. Valdés sabía que Rachel no contaba con los recursos para pagarle la carrera universitaria a su hija, porque desde que murió su esposo lo único que obtuvo fueron deudas y más deudas, y en eso se había ido el dinero que había ganado siendo la niñera de Juliana.

Rachel: Le agradezco mucho eso Sr. Valdés, le prometo que cuidaré de Juliana, ya conocí su lado rebelde y fiestero y puedo decir que ya superamos la primera prueba.

Alexander suspiró sonoramente, su hija era todo un caso y no quería que Rachel terminará abandonando el acuerdo solo por el mal comportamiento de Juliana. Había que admitirlo, la morena era la causa de muchos dolores de cabeza de sus padres, no podían entender cómo es que su dulce hija hubiera cambiado tanto de la noche a la mañana, porque si, Juliana Valdés no era lo que es ahora. Era obediente, responsable, sumamente inteligente y aplicada. Pero algo pasó y Juliana cambió radicalmente, los Señores Valdés tenían esperanzas que Rachel pudiera descubrir que fue lo que realmente pasó con su hija.

Alexander: Lamento mucho todo lo que haya hecho mi hija, cuando hablé con ella la pondré en su lugar. -dijo seriamente el padre de la morena.

Rachel: ¡NO!- se apresuró a decir casi gritando- Le agradecería mucho que no hable con ella por ahora, necesito ganarme de nuevo su confianza y si sabe que yo le he contado esto, Juliana jamás confiará en mi. - Le dijo con un tono más tranquilo, con Juliana había que ir poco a poco para poder ganarse su confianza.

Alexander: Tienes razón Rachel, haré lo que dices. Una última cosa, he activado el celular de Juliana pero el número es diferente, dáselo para que no esté incomunicada.

Rachel: Como usted ordene Sr. Valdés, estamos en contacto.

Alexander: Te encargo mucho a mi hija, y Rachel otra vez gracias, mi esposa y yo estamos en deuda contigo. Nos estamos comunicando. -Sin decir más cortó la llamada.

Rachel se recostó sobre la barra de la cocina, Juliana era un reto para ella pero no podía fallarle. Cuando los señores Valdés se pusieron en contacto con ella, casi le suplicaron que aceptara ayudar a su hija y ante la voz desesperada del matrimonio, no pudo negarse. Además , ella sentía que se lo debía, no iba a abandonarla una vez más.

Después de unos minutos y algunos cuantos gritos más por parte de Rachel, Juliana salió de la habitación para ir a la escuela.
Se había puesto unos jeans color oscuro que hacían remarcar su bien trabajando cuerpo, una blusa negra, una chaqueta de cuero y un par de botas que hacían juego. Anteriormente ya se había quejado de que no se le dejara usar su ropa, pero optó por no pelear más y cedió en comprar ropa "normal".