Es una opción

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Han pasado unos meses desde que la cuarentena acabo por la pandemia, la tierra y todos sus habitantes han cambiado para siempre, la madre naturaleza ha retomado su territorio, los animales silvestres ahora habitan nuestras ciudades y las plantas florecen, nosotros como especie también cambiamos, ahora no somos reyes, tenemos miedo, recordamos que algo tan pequeño nos puede hacer daño, nos hemos vuelto menos egoístas más cercanos a los nuestros e incluso a otros, entendimos el verdadero valor de la vida, no solo es acumular riqueza, la vida es poder mirar el cielo todos los días y sentir el sol en nuestro rostro, es poder caminar por las calles tomado de la mano de quien amamos o incluso subirnos al horrible transporte público, porque así nos empujen en el nos permite sentirnos vivos.

Durante mis meses de encierro comprendí el verdadero valor de poder vivir, yo estuve solo en mi apartamento, sin nadie a quien hablarle en persona, llegue a pensar que me enloquecería o me resultaría matando, pero quien considero el amor de mi vida y mi familia hicieron hasta lo imposible por animarme todos los días, les debo todo a ellos. Naturalmente en este momento no todo es perfecto, hay una crisis económica terrible, pero como dije ya no somos tan egoístas y eso nos ha permitido salir a flote a todos sin acabar con algún país, si guerras o demandas tributarias, a pesar de todos los muertos que hubo, esto que sucedió, nos hizo avanzar un paso hacia un mundo globalizado pero lleno de amor y no me refiero al amor romántico, sino aquel que nos hace sentir empatía por todos y cada uno de los seres humanos, nos hizo recordar que aquella persona que camina a nuestro lado tiene también una dignidad.

Si lo que paso fue sumamente grave pero nos recordó que no somos inmortales y en algunos casos saco lo peor de cada quien pero en la mayoría saco lo mejor, la parte más hermosa del ser humano, y si, sobreviví a una pandemia, perdí a gente que conocía por ello, incluso quede desempleado pero pude presenciar a toda la humanidad luchar por un mismo fin, unirse en una sola voz, una sola bandera, la bandera de la vida y no una vida cualquiera sino una llena de felicidad y tranquilidad, una donde todos los sueños pueden ser perseguidos. Yo contemple el inicio de una nueva era, la de un mundo globalizado pero lleno de calor humano.

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Nota de la autora: quería hacer algo respecto al tema del coronavirus, pero algo a mi manera, espero les guste, no olviden dejar una estrellita o comentario.

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