EL TRABAJO CON SOMBRERO DE COPA

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Londres, invierno de 1810, una hermosa ciudad que está construyendo grandes puentes y que da paso a grandes misterios.

Vivía en una calle hermosa, mis vecinos eran gente importante en los negocios y también para la corona, por lo que decidí convertirme en aprendiz de Sir Boom, un hombre sumamente elegante, pero eso no le quita que era una persona despreciable, trataba a todo el mundo como un trapo sucio, pero tenía mucho dinero así que esperé ganarme su confianza para que me incluyera en la herencia. En mi perfecto plan había un inconveniente, ningún aprendiz había durado más de un mes en el cargo, los encontraban muertos en el Támesis o renunciaban.

El hijo de Sir Boom estaba internado en un loquero, contaban las señoras del sector que después de un viaje a la india, que había realizado con su nueva esposa, se había vuelto otra persona muy diferente, que abusa del opio y se había vuelto un caníbal. No conocí al joven Boom más allá de lo que decía la gente, pero lo que si fue claro es que después de su viaje se había convertido en alguien muy enigmático.

Recuerdo mi primer día en esa casa como aprendiz, aunque era sumamente fina tenía un aire lúgubre, era fría aunque la chimenea y la caldera estuvieran encendidas, Sir Boom me recibió muy alegre en su despacho y me dijo que mi uniforme era un traje con un elegante sombrero de copa color negro y que mi único trabajo era pararme en la esquina de la casa mirando hacia el piso y ofrecerle a cada persona que pasase por frente de mí, un trabajo en la enorme casa, mi salario eran 15 chelines a la semana y por cada persona que lograra contratar me darían un chelín más.

Lo más extraño de mi trabajo era el horario, desde la hora del atardecer hasta que el sol volviera a brillar. Por ahí no transitaba un alma excepto borrachos, ellos decían querer el trabajo, luego entraban en la casa sin pedir explicación de su trabajo ni nada. Lo extraño es que no veía salir a ninguno de los hombres que entraban.

Llevaba exactamente un mes en el trabajo cuando Sir Boom me pregunto qué si quería conocer a su hijo, no pude resistir la curiosidad de ese misterio urbano que involucraba a tan importante familia aquí en Londres, al entrar en el pasillo las manchas de sangre fueron lo único que vi y el olor a opio invadió mi olfato... Parecía que todos los chismes eran ciertos.

Antes de golpear la puerta, Sir Boom me advirtió que no podía renunciar después de eso, que sería el siguiente cuerpo del Támesis si lo intentaba y aprovechando que estaba aún congelado, mandaría a escribir sobre el hielo con mi sangre "la curiosidad mato al gato". No pude evitarlo, acepte las condiciones, sabia que era arriesgado pero el llamado de resolver el misterio me gano.

Mi visión fue impactada por la imagen de una bella señorita de cabellos rubios con las puntas manchadas de sangre y unos grandes ojos tan azules como unos zafiros y alrededor de ella estaban todas las cabezas de los hombres que había contratado a lo largo del mes, admito que la imagen fue aterradora pero sus ojos me prometían que no me haría daño.

Sin embargo, note algo en la esquina del cuarto, el cuerpo del joven Boom, ¿Quién era esta señorita? No hubo tiempo para pensarlo dos veces, era Elena, quien se había casado con el joven Boom y en sus vacaciones a la india lo mato e intento comérselo, siempre se había dicho que esta jovencita tenía un comportamiento demasiado extraño la siguiente imagen fue aún mas extraña, la señorita corrió a los brazos de Sir Boom y le dijo: "amor mío, el aprendiz no puede ser nuestra cena, si nos lo comemos nadie traerá más carne fresca".

Sir Boom le contesto: "Tesorito, él no será la cena está aquí para unirse a nosotros en el siguiente festín". Después entró el mayordomo, un hombre mayor ya tenía canas y era absurdamente delgado, solo traía puesta una bata, sabía que él era la cena, pero lo único que decía era que su muerte evitaba la de otro. Yo no era caníbal en ese tiempo, solo quería saber que se sentía serlo, solo tome una pequeña parte del mayordomo aquella noche, pero el sabor metálico de la sangre es tan embriagador como adictivo. Consumo opio para no sentir el hambre y no matar más gente de la necesaria, pero al llegar la noche no temo buscar uno, dos o tres borrachos camino a casa para que ellos sean la cena.

Pocos años después de que comí por primera vez carne humana mate al Sr. Boom, el amor que había nacido entre Elena y yo era tan grande que no pudimos resistirlo, Sir Boom lo sospechaba teníamos que deshacernos de el y lo más fácil fue envenenarlo, parecía un accidente en el peor de los casos o un suicidio y así lo creyó la policía ahora yo soy el nuevo Sir Boom, nadie sabia de la muerte del joven Boom, solo tuve que reemplazarlo. Todo fue muy fácil, ahora busco un aprendiz ingenuo como yo lo fui hace tanto tiempo para que traiga la cena, no quiero que en un arrebato desesperado por carne humana Elena y yo intentemos matarnos el uno al otro y acabe con nuestro perfecto y hermoso amor.

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