La Carne

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Soy una chica acomodada, mi padre es carnicero y mi madre es ama de casa, vivimos en un pueblo pequeño, donde el mayor negocio y alimento más común es la carne, aquí la gente desaparece una semana y después solo se deja ver en funerales o en el cementerio, cada vez que alguien se pierde no vuelve a ser el mismo, simplemente cambian, el caso más reciente fue el de Juno, mi amiga, una morena de pelo crespo era de una personalidad extrovertida y vestía siempre de colores cálidos, ahora parece la sombre de mi amiga, su ropa es totalmente formal y de color negro o ciruela, ya no sonríe, es como si no estuviera realmente aquí, ya no me contesta las llamadas o mensajes y tampoco le habla a nadie.

Quiero averiguar porque a la gente le pasa esto, la madre de Juno dice que después de esa semana en la que nadie sabía dónde andaba ella decidió mudarse de casa a quien sabe dónde, bueno así no lo dijo su madre, ella insistió en que estaba muerta, supongo que discutieron terriblemente.

Hace ya un par de días desapareció el panadero del pueblo. Hoy es el funeral de mi madre y tengo la seguridad que una de las personas que tienen este extraño cambio aparecerá, pretendo seguir a alguno de ellos, tal vez me conduzcan a alguna pista sobre los extraños casos de este pueblo. Solo siento ansiedad por resolver las misteriosas desapariciones de las personas, mi madre solo fue una ficha para tener un funeral próximamente, solo toco aparentar de que fue un suicidio, derramar cinco lagrimas por su perdida y ya está. Quería a mi madre, pero no era tan importante como salir en un periódico por resolver el mayor misterio del pueblo, simplemente fue un daño colateral, le prometí que seria famosa sin importar como lo logrará, que sería la mejor detective del mundo y este será mi primer caso.

Bueno llego mi momento, el sacerdote del pueblo esta dando la bendición final, como había previsto Juno y otras personas están aquí, solo no debo perderlas de vista, curiosamente todos se dirigen a la parte industrial del pueblo, o mejor dicho los mataderos, mi padre sale por otra calle para volver a su trabajo, Juno y los otros siguen a mi padre muy de cerca, eso sí se me hace extraño, mi padre entra por la puerta de su bodega igual que los otros, así que decido hacer lo mismo, la imagen que me recibe es todo menos lo que esperaba, todos los cuerpos de los desaparecidos cuelgan como marranos del techo, de mi querida Juno solo queda la mitad de su carne y sus crespos que rozan el suelo, el panadero esta amordazado, con las manos atadas y aún está vivo a diferencia de los otros, mi padre sale del Vestier y dice en voz alta como si esperara que el panadero le contestara:

̶ Lastima que mi mujer se matara con cianuro, hubiera sido buena carne para vender, en fin, nada que hacer, toca terminar de descuartizar estos cuerpos y vender la carne antes de que se pudra y después matarlo a usted señor panadero y pensar en otro paciente para el negocio, ¿no lo cree así?

De solo pensar de que alguien se comió un pedazo de la pierna de Juno creyendo que era un filete me da asco e incluso yo pude haberlo hecho, no puedo evitarlo y empiezo vomitar en este mismo instante, evidentemente mi padre escucha todo el ruido que hago y a su macabro discurso agrega.

̶ Corrección, ya tenemos la próxima "VACA" para el matadero.

Sin previo aviso, me agarra del cuello por mi espalda mientras yo termino de vaciar mi estómago, jamás había sido violento conmigo o mi madre, sin embargo, no pasaron ni 30 segundos antes de que me diera una bofetada y procediera a ponerme unas cadenas iguales a las que tenía el panadero, empecé a gritar y luchar por mi vida. Solo conseguí más golpes y que me meta un trapo, rojo por la sangre, a la boca el sabor es horrible. Me dio una patada en el estómago, por el dolor me recojo sobre mí misma y mi padre aprovecha para asegurarme unas cadenas a los tobillos, luego baja uno de los ganchos del techo para colgarme de cabeza.

̶ Te has comportado como una malcriada, hijita mía y por eso vas a tener un castigo, tendrás una muerte lenta, vas a morir encerrada y congelada, porque ahora que sabes la verdad, no te puedo dejar ir.

Busca unas tijeras en su mesa de trabajo para córtame toda mi ropa, el panadero lloraba desesperado e intentaba gritar por ayuda, el horror en sus ojos por lo que me hace mi padre es casi palpable, yo me retuerzo y me resisto, pero solo hay mas golpes, entonces me grita.

̶ ¡Ya quédate quieta! Que la carne magullada no es fácil de vender, te quiero vender a buen precio, pero así no se puede.

Sus palabras me dejan en shock y me quedo inmóvil, en verdad me matará y venderá igual que hizo con esas personas y con la misma Juno, resolví el misterio, las personas que solo veo en los funerales en verdad son fantasmas de las personas que mata mi padre para agrandar su negocio. Empiezo a sentir el frio sobre mi cuerpo una vez mi padre a destrozado toda mi ropa, sin miramiento alguno se dirige a el control de los ganchos y luego de un pequeño clic empieza un siseo de la banda transportadora y con un sutil tambaleo inicia mi camino hacia el cuarto frio donde moriré lentamente congelada, mi padre camina hacia las puertas y las abre rápidamente, cuando la maquina se ha detenido en medio del cuarto y ya no hay ningún siseo, mi padre se para frente a mi y sonríe ampliamente y mueve su mano como se despide de mi cada noche antes de dormir, luego cierra la puerta. Inmediatamente el cuarto inicia su labor, matarme, un tiempo después siento tanto frio que me empiezo a quedar dormida, no fui una buena persona me iré al infierno, este es mi fin.

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