1. My Scape (Edith)

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Apoyó su delicada mano en el cristal de la ventana, el cual estaba empezando a llenarse de gotas. Una melancólica sonrisa se dibujó en sus carnosos labios, ladeando a la vez su cabeza y fijando sus verdes ojos en la lluvia. Hacia tiempo que no llovía, lo había extrañado.

Salió corriendo de su casa descalza, empezando a correr en dirección al bosque, el cual, por suerte, tenia en frente de su hogar.

Sus pies descalzos se impregnaron de la tierra mojada ahora convertida en barro, e inclinó la cabeza hacia atrás para poder mirar al nublado cielo y que las gotas de lluvia empaparan mejor su rostro. Adoraba sentir como impactaban sutilmente contra su tez, sentía que el agua la curaba, y el placentero olor a tierra mojada se colaba por su nariz hasta llenar sus pulmones por completo.

 Adoraba sentir como impactaban sutilmente contra su tez, sentía que el agua la curaba, y el placentero olor a tierra mojada se colaba por su nariz hasta llenar sus pulmones por completo

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Un agradable suspiro se le escapó debido al placer de los sentidos.

Respirar, elixir de la vida.

Una sonrisa esta vez más grande y feliz que la anterior apareció en su ostro.

Le había costado años, caídas, llantos, y crisis conectar consigo misma, con su verdad, la esencia del ser, pero finalmente parecía que comprendía mejor el por qué de todo. Todo lo que había pasado, había sido por algo, su alma necesitaba aprender, y ese aprendizaje no empezaba a integrarse ni trascender hasta que quiso comprender por qué.

Todo empezó a cambiar cuando decidió comenzar con el Yoga y adentrarse en el mundo espiritual, lo cual suponía un aprendizaje constante ya que parecía que nunca acababas de saberlo todo, pero si fuera al contrario, no tendría gracia.

Fue aquello lo que le indicó el caminó, y la ayudó a empezar a sanar, algo realmente difícil, pero que sin duda alguna, merecía el esfuerzo.

Siempre que se sentía mal iba a merodear por el bosque, sabia que en la naturaleza encontraría las respuestas, si no era en ese momento, seria mas tarde, ya que pasear por el bosque para ella era conectar consigo misma, pues sabia que lo que es adentro es afuera.

Empezó a caminar hacia el río, se conocía el bosque bastante bien, al menos una parte de el ya que era inmenso, pero eso le gustaba.

La lluvia cada vez se hacia más intensa, aunque no parecía importarle lo más mínimo. Le gustaba tocar los árboles y que sus pies descalzos sintieran la naturaleza en su máximo esplendor. Cerró los ojos al pararse frente a uno, posando las palmas de ambas manos en la corteza de este, antes de abrazarlo por completo e inspirar con profundidad.

Una vez leyó que los árboles pueden transmitirte buenas vibraciones e incluso mejorar tu sistema inmunológico si los abrazas, así que lo comprobó, y descubrió que lograban calmarla, desde entonces, siempre lo hacia.

Edith vivía en un pueblo, era bastante grande pero no lo suficiente como para considerarse ciudad, y aunque siempre solía haber la misma gente, últimamente parecía que estaba conociendo a gente que no había visto en su vida, o tal vez no se había fijado. Cuando era más pequeña, la mayoría de la gente pensaban que era extraña, y no la trataron precisamente bien, tampoco había sacado muy buenas notas en la escuela, siempre había aprobado justito, además de no gustarle estudiar había tenido problemas con el aprendizaje, no habia sido una "niña promedio", pero ahora entendia que las rarezas son lo que te hacen especial. ¿Que gracia tendria que todos fueramos iguales? lo divertido está en la diversidad.

Además tuvo problemas de ansiedad y depresión en la adolescencia que poco a poco fueron desapareciendo al conectar con su propio ser. Fue realmente complicado, incontables veces pensó en tirar la toalla pues era realmente exasperante y agotador, pero siguió adelante a pesar de las circunstancias y todo lo que la había llevado a estar tan mal, a día de hoy lo veía como enseñanzas y una bendición que la habían convertido en la persona es hoy día, después de tiempo, paciencia, compromiso, espiritualidad y amor propio, que tanta falta le hacia.

Le pareció sentir que alguien la estaba observando, así que apartándose del árbol suavemente, se dio la vuelta pero no vio a nadie.

La magia que hay dentro de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora