Capítulo 8

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Narrado desde la perspectiva de Everly.


Salgo de la habitación junto a Jungkook hablando sobre el trabajo y vamos por las escaleras hasta el piso de abajo.

Llegamos hasta la habitación de Hobi, le toco en la puerta, entro cuando me da permiso y le pregunto si me puede dejar algo de ropa para Jk puesto que se va a quedar a dormir de imprevisto.

Hoseok me mira de forma pícara y yo pongo mis ojos en blanco, este maldito ya se está pensando cosas que no son.

Él se levanta y coge una camiseta y un pantalón de pijama para después entregármelo en la mano.

- No quiero manchas en mi ropa.- Me dice cuando cojo las prendas.

- ¡Hoseok!- Me río y le pego con su propia ropa.

Él grita cuando le atizo y empieza a reírse a carcajadas mientras huye de mí.

Salgo de la habitación y veo a Jungkook apoyado en la pared esperándome. Dios, se ve tan sexy...

Cuando llego hasta él le entrego la ropa y me sonríe cerrando los ojos. Es tan lindo, la sonrisa que tiene parece la de un conejito y me produce mucha ternura. 

Desde que lo conocí en la clase de arte me parece cada vez más atractivo. Noté de inmediato la química que hay entre nosotros y es innegable que congeniamos a la perfección. No paro de preguntarme cómo será besarle... 

Realmente no lo invité a casa para poder hacer algo con él, no pretendo lanzarme a sus brazos ni mucho menos. Aunque por otro lado quiero saber si toda esta química que tenemos es tan real como siento. Quizás me decida y le de un beso de buenas noches, en los labios, claro... Sí, solo eso. Un beso. Ese es mi objetivo de esta noche.

Mientras ideo un plan mental para poder besarle, vamos a la cocina y busco algo para picar. 

Les hago a ellos unos sándwiches de pavo y queso, el mío es solo de queso. Meto los tres en la sandwichera y mientras espero a que el pan se tueste y el queso se derrita, cojo también galletas de chocolate, algunas papas fritas, una botella de té frío y tres vasos. Cuando están listos, los pongo juntos en un plato formando una torre y lo pongo con todo lo demás en una bandeja. 

Jungkook se ofrece a ayudarme a subir las cosas a la habitación de Hoon, por lo que él lleva la bandeja y yo su pijama y la botella de té.

Cuando abrimos la puerta del cuarto, veo que mi amiga está acostada en su cama con el móvil en la mano completamente dormida, así que le propongo a Jk ir a mi habitación los dos para terminar el trabajo y él acepta. 

Cojo el portátil con la mano que tengo libre y vamos hacia mi habitación a través del baño. Le digo que él puede cambiarse aquí y yo voy preparando las cosas en mi cuarto. Cuando dejamos todo en un lado de mi habitación, le aclaro dónde están las toallas por si le apetece ducharse, él asiente y cierro la puerta del baño después de salir.

Lo espero pacientemente mientras coloco la bandeja con la comida en una mesita baja y pongo un par de cojines alrededor para estar más cómodos.

Me miro en el espejo enterizo de la pared y me escaneo de arriba abajo, llevo un pantalón corto y una camisa de tiras finas. Por un segundo me planteo quitarme el sujetador para estar más cómoda, pero eso podría sugerir algo que en este momento no quiero, así que me pongo una rebeca fina porque de repente me veo demasiado insinuante y me siento con el portátil en las piernas para adelantar un poco del trabajo mientras me como un par de galletas y sirvo dos vasos de té.

Cuando Jungkook sale del baño, lo miro y me quedo tanto rato con la boca abierta que él se empieza a reír. Los pantalones le quedan perfectos, pero la camiseta le queda demasiado ajustada, haciendo que se marquen sus abdominales y no puedo dejar de mirarlo, creo que podría lavar mi ropa ahí sin problema. 

EL ARTE DE AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora