Capítulo 25

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Jimin y yo estamos en el coche rumbo hacia mi casa, ambos vamos muy callados sumidos en nuestros pensamientos. La noche a pesar de que tenía toda la pinta de ser un absoluto desastre, no ha acabado tan mal como pensaba. Ever está enfadada conmigo, pero no tanto como pudo haber sido. Me he confesado con una canción ante Taehyung, pero no ha habido ninguna represalia... Excepto que Mimi me odia, pero tampoco es que me importe. Dos de mis amigos han tenido una batalla de gallos por mi mejor amiga y no sabemos si ha sido un sabotaje o no. Pero en el fondo todos hemos reído y bebido, así que no está tan mal.

Vale, sí. Ha sido una mierda.

No sé si es porque estoy medio borracha, pero tengo muchas ganas de fiesta. Me gustaría seguir bebiendo y pasándolo bien para que la noche no termine. Si hoy fue una mierda de día, mañana será un completo desastre, tendré que hablar con Ever e intentar arreglar las cosas, no es que no quiera hacerlo, pero sé que quizás no va a terminar como quiero, ella está tan decepcionada conmigo que va a resultarme muy difícil que deje de pensar en ello... 

Cierro los ojos y suspiro, a mi mente vienen miles de motivos por los que Everly podría enfadarse más aún y niego con la cabeza. No quiero seguir pensando en mañana así que decido llenar el silencio que hay en el coche con música. Enciendo la radio y empieza a sonar "Bang Bang Bang" de Big Bang y sin pensarlo dos veces subo el volumen casi al máximo.

Jimin da un brinco mientras conduce y baja el volumen, dejándolo mucho más bajo de lo que a mí me gustaría.

- ¡¿Qué coño haces?! ¡¿Me quieres dejar sordo o que atropelle a una anciana?!- Me grita alterado y me asusto porque no esperaba esa reacción. Al ver mi cara de miedo se ríe.

Sonrío avergonzada y le pido disculpas. La verdad que no pensé que lo tomaría de sorpresa, supongo que estaba aún en sus propios pensamientos.

- ¿Qué tal lo has pasado hoy?- Le pregunto curiosa.

- Sin tener en cuenta todo lo que ha ocurrido durante el día, lo he pasado bastante bien. Aunque no ha cesado el drama. Creo que durante un tiempo no veré K-dramas porque tengo suficiente con mi vida y sobre todo con la tuya.

Se me sale una carcajada sin poder evitarlo, cuanta razón tiene.

- Si tú supieras todo mi drama, Jimin...

- Ya sabes que puedes contarme lo que quieras cuando quieras, bombón.

- Obvio que lo sé, melocotón.

- ¿Melocotón?- Dice extrañado.

- Jimin...- digo pensativa ignorando por completo la pregunta que me ha hecho- ¿algún día dejarías que te pinte los labios? Tengo un labial rojo que te quedaría tan bien como a Jesucristo el pelo largo.

Él explota en risa y me preocupa que no pueda ver la carretera por lo pequeños que se hacen sus ojos. Afortunadamente ya estamos llegando a mi casa y le da tiempo a calmarse antes de aparcar junto al coche de mi hermano.

Ambos nos bajamos y cuando llega a mi lado, insisto y vuelvo a preguntarle:

- ¿Entonces me dejas que te pinte los labios o no?

Jimin nuevamente empieza a reír, esta vez directamente lo que me preocupa es que no consiga mantenerse de pie. Le da tal ataque de risa que no tardo en contagiarme y en cuestión de un minuto acabamos los dos doblados casi en el suelo sin poder parar de reír.

Después de calmarnos lo máximo posible, vamos hacia la entrada de mi casa con el resto que espera junto a la puerta. A medida que nos acercamos escuchamos las voces alteradas de Ever y Hoseok.

- Es que me parece injusto, ¡lo hiciste de pena en comparación!

Llego en el momento justo para ver la cara de indignación de mi mejor amigo.

EL ARTE DE AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora