Capítulo 39

23 6 0
                                    


- ¿Quién quiere empezar?- Pregunta Nam.

Mi hermano coge algunas botellas y vasos de la mesa donde estábamos bebiendo mientras jugábamos al otro juego, y se sienta en el piso seguido de nosotros. Formamos un círculo y nos vamos sentando de una forma un tanto predecible, todos al lado de su mejor amigo/a o pareja. Yo estoy entre Ever y Hoseok, aunque también tengo cerca a Jimin y Kai está justo en frente.

- Ever debería hacer los honores, es la cumpleañera.- Responde Hobi a la pregunta de mi hermano mientras se sienta como el resto de nosotros.

La aludida mira a Hoseok intentando atravesar su alma con los ojos.

- Pero también podría ser otra persona.- Aclara cuando se da cuenta de la mirada de Ever.

Los demás se ríen por la situación y yo sigo asombrada por el mutismo que está teniendo hoy mi mejor amiga, tan solo ignora o lanza miradas aterradoras, pero en ningún momento dice nada mordaz como suele hacer.

- Empiezo yo, ya que veo que todos aquí son unos miedosos.- Comenta Kai.

A su afirmación todos protestan y nos reímos también, porque a pesar de las quejas tiene algo de razón en que tenemos un poco de miedo, por las preguntas y las situaciones que puede conllevar jugar a verdad o reto, pero quien tiene más miedo soy yo, que he tenido algún tipo de historia con más de un chico aquí sentado. A decir verdad, me siento más que asustada, me aterra de alguna manera afrontar y admitir algo que me haga sentir incómoda.

Coge una botella de soju vacía, la hace girar justo en medio del círculo que formamos todos y muy a mi pesar, la boca de la botella se para justo apuntando hacia mí.

- ¿Verdad o Reto?- Dice Kai sonriente y con una ceja levantada.

No puedo tener peor suerte en la vida. Estoy segura de que alguien me ha echado un hechizo de mala suerte.

Me quedo muda y no sé qué opción debería elegir, porque elija lo que elija terminará mal para mi de todos modos. Así que decido arriesgarme y elijo más rápido de lo que pensaba.

- Reto.- Sentencio.

Enseguida me arrepiento de mi elección cuando veo que la sonrisa de Kai se agranda.

El pulso se me acelera e intento aparentar que todo está bien y que su sonrisa no me afecta en absoluto, aunque sea totalmente lo contrario.

- Te reto a que te tires a la piscina.

Mi boca se abre del asombro y él comienza a reírse por mi expresión. A pesar de ser una completa locura empiezo a reírme yo también. ¿Por qué? Porque podría haber sido peor y tan solo tengo que tirarme a una puta piscina en vez de hacer algo de lo que pueda arrepentirme al día siguiente. Pero aún queda mucha noche de por medio así que no cantaré victoria antes de tiempo.

- No he terminado.- Sonríe de lado Kai.

- No querrás que haga un mortal, ¿no?- Me río.

- No. Tienes que hacerlo en ropa interior, tu falda de cuero y el agua no creo que se lleven nada bien, no querría que se te estropease...

La sonrisa se me borra de golpe y un sudor frío recorre mi espalda.

Hijo. De. Puta.

Sabía que no tenía que cantar victoria antes de ver todas las cartas sobre la mesa...

Todos los chicos empiezan a reírse, menos Hoseok y Nam, que miran a Kai como si les hubiera pedido comprar mi virginidad. Mi mejor amigo está a punto de salir a mi defensa, pero mi hermano lo para y le hace un gesto para que lo deje estar.

EL ARTE DE AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora