Capítulo 26

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- ¡¿QUÉ. COJONES. ESTOY. VIENDO?!

Me despierto sobresaltada por un grito que ahora mismo no sé de dónde procede, me aparto el pelo enmarañado de la cara y parpadeo un par de veces cuando quien quiera que haya gritado, enciende la luz de mi habitación.

Estoy boca abajo en la cama y al enfocar la silueta que está en la puerta del baño consigo ver a Ever, así que vuelvo a cerrar los ojos con sueño mientras apoyo mi cabeza en la mano derecha. Justo cuando estoy apunto de quejarme y preguntarle qué le pasa, alguien habla antes de que pueda hacerlo yo.

- ¿Qué coño pasa? Tae, apaga la luz joder.

Escucho una voz masculina a mi lado y abro los ojos de golpe. ¿Quién mierdas está en mi cama?

Giro la cabeza y veo a Jimin acostado hacia mí sin camiseta ni pantalones. En ese momento me doy cuenta de que al igual que él, yo solo tengo puesta la ropa interior, es más: sólo llevo bragas puestas. Al darme cuenta, me tapo hasta el cuello con las sábanas y agradezco al universo que Jimin aún no haya abierto los ojos.

- Jimin, ¡¿qué mierdas haces en mi cama?!- Le grito.

Me doy la vuelta hacia el baño y veo a Ever aún de pie al lado de la puerta con una bandeja en las manos y cara de póker.

En ese momento siento que Jimin se mueve a mi lado en la cama y al mirarlo, veo que al igual que yo está completamente desubicado, al caer en la cuenta de que no está vestido se tapa con las sábanas hasta el abdomen, luego me mira confuso y antes de que pueda decir nada, me enrollo la ropa de cama alrededor del cuerpo y me levanto de un salto dejándolo nuevamente en ropa interior.

Esquivo a Everly, entro corriendo al baño y cierro la puerta de golpe. 

¿Qué pasó anoche? Apoyo la espalda en la puerta y me agarro la cabeza con fuerza intentando mitigar la jaqueca y sobretodo, intentando recordar qué pasó justo después de irnos del sótano. No recuerdo absolutamente nada. Joder. Jimin, ¿en serio? Cierro los ojos maldiciendo y me acerco al lavamanos para mojarme la cara e intentar despejarme, me miro en el espejo y tengo las ojeras que me llegan hasta los tobillos. Luego miro mis labios y abro los ojos sorprendida. Se supone que anoche usé un labial mate que dura horas, pero por alguna razón lo tengo desgastado y alrededor de la boca. Es un completo desastre.

Dios mío. La cabeza me va a explotar.

Al otro lado del baño escucho la voz de Hoseok preguntando qué pasa y me entra el pánico, va a darle un infarto o a matar a alguien. 

Oigo que Ever le relata lo que se ha encontrado nada más entrar a la habitación y lo escucho gritar como un loco.

-¡¿Qué cojones ha pasado?!- Exclama Hoseok.

Me ajusto la sábana de nuevo y salgo apresuradamente del baño para evitar que se derrame sangre en mi propia habitación. Al salir veo a Hobi con cara seria mirando hacia mi cama. Sigo la dirección de su mirada y encuentro a Jimin sentado en la esquina pegado a la pared, intentando tapar su casi desnudez con una almohada.

- Hoseok, que no ha pasado nada, tan solo estábamos durmiendo.

- ¿Pretendes que me crea que solo dormían cuando estás en calzoncillos?- Le dice con los ojos entrecerrados.

- Hobi cálmate, no ha pasado nada-. Grito

Mi mejor amigo se gira hacia mí al descubrir que he salido y abre los ojos exageradamente.

- ¿Estás desnuda?- al ver que no respondo continúa hablando- ¿Qué cojones ha pasado?-. Me pregunta de forma seria.

- Yo...No lo sé, no recuerdo nada.- Le miro con una sonrisa forzada enseñando los dientes.

EL ARTE DE AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora