Entre Sueños E Hilos

Secreto

Algunos dicen que todos nacemos destinados para algo, que poseemos un tipo inteligencia, un talento, una habilidad, algo para lo que nacimos, eso en lo que somos buenos por simple naturaleza. El pequeño Hiro Hamada con ayuda de su hermano mayor, Tadashi, decidió a la edad de 5 años que la robótica era lo suyo.

El sueño del mayor de los hermanos era estudiar robótica en el instituto tecnológico de San Fransokyo y construir tecnología que fuera capaz de ayudar a todos los que la necesitarán, pero ese no era el sueño del menor de los Hamada, no, el ocultaba algo que no se animaba a compartir ni con su hermano. Más allá de construir quería diseñar.

Hiro siempre tuvo un agudo sentido de la estética, era fácil para él distinguir si algo lucía bien o mal, si combinada, sí encajaba, si era funcional. Gustaba de realizar planos para los inventos que Tadashi ideada tratando de convencerse a sí mismo que la robótica era su única pasión, lamentablemente estaba equivocado.

A sus 9 años él menor influenciado por sus compañeras de escuela, mayores que él, descubrió que tenía otra pasión, otra cosa en la que era realmente bueno: La moda.
Esos 10 minutos de iluminación y atención fueron los mejores de toda la escuela secundaria, luego de ello los chicos de su clase, también mayores, se la pasaron burlándose de él por ese simple gusto, y por ello decidió ocultarlo de todo el mundo suponiendo que también se burlarían de él, bueno, había una persona en el mundo con quién podía compartirlo sin decir una sola palabra, su tía Cass, la adorable mujer había apoyado a Hiro sin que él mismo se diera cuenta, le pedía sugerencias a la hora de arreglar la casa o el café, la ropa que debía ponerse al salir o la que sería mejor comprar, ellos se entendían sin tener que hablar en voz alta de ese tipo de cosas, mientras aún estaba en la escuela eso le bastaba al pequeño Hamada.

Los años pasaron, se graduó de preparatoria a los 13, se involucró en robo-peleas ,su hermano sufrió un terrible accidente, peleó contra un súper villano con el apoyo de los amigos del mayor, entró a la universidad en la misma carrera que su hermano y se convirtió en un superhéroe, y su parte favorita de ser un héroe era poder diseñar los trajes de todos el mismo pero eso no lo satisfacía por completo.

De vez en cuando elogiada la vestimenta de sus compañeras universitarias pero ellas lo veían como un intento de coqueteo, una cortesía o la puerta a un favor, obviamente esto no le gustaba nada al pelinegro.

En las noches, cuando no le tocaba patrullar se quedaba despierto pensando en su frustrado sueño, tratando de convencerse asimismo que era una terrible idea y que de cualquier modo nunca tendría éxito, para esas noches de duelos internos contaba con Baymax (el último robot diseñado por su hermano) pero a veces eso le hacía pensar en el hecho de nunca haberle dicho al mayor cual era su otra pasión. Y aunque el asistente médico tratará de explicarle que Tadashi estaría de acuerdo con cualquier cosa que le hiciera feliz, Hiro simplemente se negaba a escuchar.

Un día de verano tras su primer año escolar como universitario, lleno de aburrimiento decidió pasear por las redes sociales topándoce con una gran comunidad de diseñadores jóvenes que disfrutaban mostrando su trabajo al mundo, ellos eran libres, él también quería ser libre. Crearse una cuenta falsa, un logotipo y un nombre falso fue pan comido. Para la hora de la cena ya era Iori Cat, una fashionista de California japonesa con un sentido de la moda espléndido.

Comenzó compartiendo algunos diseños viejos en hojas de libreta, se compró una libreta de dibujo para sus nuevas ideas y una tableta nueva con un motivo distintivo para Iori. En ese mes de vacaciones la falsa cuenta llegó a ganar 656 seguidores, entonces eran demasiados y Hiro por finalmente se sintió satisfecho, por algunos minutos. El asiático americano se decidió a conseguir miles y miles de seguidores más.

Cuando menos se lo esperaba Iori ya tenía una personalidad propia y muy distinta a la de él, ella era organizada, delicada, pulcra y puntual, contrastando enormemente con su forma de ser relajada y desordenada, aunque eso era bueno porque no había forma de relacionar a uno con el otro y eso era lo que más le encantaba de todo.