14. Un pequeño descanso

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Al bajar del coche vi que solo una de las persianas estaba subida. Mi madre salió del local y vino a abrazarme en cuanto me vio salir del coche.

–¡Qué buena cara tienes, hija!– mi madre me dio besos por toda la cara y volvió a abrazarme.

–¡Mamá tengo la misma cara de siempre, para ya!– exclamé riendo.

–A mí no me engañas, se te ve muy feliz– mi madre volvió su vista a Alexandr –Gracias por traerla, de verdad– pensó durante un segundo –Tal vez les gustaría cenar con nosotros. Cuando nos ponemos todos a cocinar siempre sale algo bueno.

–Menos cuando me dejáis a mí a cargo del horno– murmuré por lo bajo. Naty me escuchó y se rió.

–Gracias por su oferta, señora Vólkova, pero Natasha mañana tiene que madrugar– Alexandr rechazó la oferta muy amablemente. Me parecía increíble la capacidad que tenía de parecer un ángel cuando en realidad estaba más cerca de ser un demonio.

–¿Que yo qué?– Naty miró a su hermano como si este acabara de decir una locura. Ella se acercó corriendo a mí y me abrazó –No podrás separarnos, nuestro amor es más fuerte que nada.

–Casémonos y fuguémonos juntas sin decirle nada a nadie– le seguí la broma.

–Estúpida, lo has dicho en voz alta, ahora tenemos testigos– me regañó Naty. Las dos nos miramos y empezamos a reír. Cuando ya nos pudimos tranquilizar, mi amiga miró a su hermano haciendo pucheros.

–Mañana te vas a quejar de que tienes sueño, tú verás– suspiró Alexandr. Nosotras empezamos a dar saltos de alegría y entramos corriendo.

–¡Gente, tenemos dos invitados más, no seáis animales! ¡Y eso va por ti, Vladimir!– grité nada más cruzamos las puertas del local.

–¡Prima, te voy a dar tal hostia que te acordarás de mí para toda tu vida!– me respondía él mientras salía de la cocina con un trapo en la mano. Llevaba un pantalón tejano y una camiseta básica blanca, la típica ropa de trabajar en el bar. Se quedó de piedra al ver a Alexandr y Naty –Señor Petrov, señorita Petrova, no sabía que vendrían.

–Estas dos que se alinean en mi contra– le respondió Alexandr con humor. Mi primo lo captó y le sonrió. Detrás de Vladimir apareció mi tía gritándole a todo el mundo como de costumbre. Cuando me vio se le iluminaron los ojos.

–¡Mi pequeña terremoto!– vino corriendo a abrazarme. Mi tía Yelena era una mujer robusta y de mucha fuerza, así que me levantó casi sin esfuerzo. Yo solo podía reír.

–¡Yelena, por favor, muestra tus modales!– exigió mi madre. Mientras mi tía era muy brusca y con alma de pueblo, mi madre era mucho más tranquila y fina. Desde luego no parecían hermanas. En cuanto mi tía vio a Alexandr y Naty rápidamente les estrechó la mano con fuerza a cada uno y los invitó a pasar a la cocina. Mi madre estaba a punto de hiperventilar.

–Mamá, respira, son más de confianza de lo que crees– la animé. Ella siempre quería causar buena impresión a todo el mundo y cuidaba mucho sus formas, a diferencia del resto que éramos terremotos andantes. Cuando se tranquilizó y fue detrás de su hermana, me dirigí a Alexandr –Dejad los abrigos aquí– los llevé al perchero y dejaron sus cosas –Y yo de vosotros me recogería las mangas porque en cuanto entréis en la cocina las cosas se van a poner chungas.

–¿Vamos a cocinar?– preguntó Naty.

–Aquí el que no cocina no come, normas de la tía Yelena, y todos las seguimos porque nadie quiere verla enfadada otra vez– respondí.

–¿Qué pasó?– la cara de Alexandr decía claramente que se esperaba alguna locura mía, no iba mal encaminado.

–Todos ya sabíamos que era mejor tenerla tranquila y contenta, pero aún así mi primo y yo hicimos lo que nos dio la gana. La cocina y la mesa son lugares de estar todos reunidos colaborando, está prohibido pelearse, pues eso nosotros no lo respetamos e igualmente nos peleamos. Vladimir casi se corta con un cuchillo carnicero al tumbar una tabla de cortar porque lo empujé. Nos obligaron a pasar el resto del día en el almacén abrazados hasta que nos reconciliamos, cuatro horas después estábamos llorando para que nos dejaran salir. Yo tenía 12 años y él 15– expliqué.

Vendida a un mafioso [VAUM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora