La Forma del Hombre o Tratado Filosófico Sobre la Composición de los Seres

II. La naturaleza, ¿es en acto o en potencia?

¿Qué se entiende en este tratado por "naturaleza"? Es la fuerza que causa al objeto en cuestión, que lo sostiene y que está de manera continua en vida e incluso después de esta. Es decir: la naturaleza es una composición absoluta a los seres existentes en la realidad humana en cuestión de su causa, desarrollo y muerte. La naturaleza es, pues, el origen de todas las cosas que pueden originarse, tanto como su composición en sí, como todo lo que compone a esa cosa en cuestión.

Decimos nosotros: es en potencia (estática), porque está en constante cambio, sea cual sea el sujeto; expliquemos esto.

¿Es la naturaleza de las cosas algo único? Si tomamos la acepción presentada, sí, puesto que todo lo que pertenece a la realidad humana conlleva a la existencia de esos procesos y esa composición (es innato), pero si la idea de naturaleza existe en virtud de la cosa en sí, entonces no podemos decir que es lo mismo el proceso de un ave que de un hombre. En efecto, los dos son animales pero están categorizados de distinta manera; a saber: la categorización es la especie. Si decimos entonces que la especie dictamina, en la segunda acepción, a los seres, entonces la naturaleza de los animales obedece es de forma distinta respecto a su categoría. Evidentemente el comportamiento de un bisonte no será el mismo que el de una abeja, aunque podríamos darles de mérito un comportamiento común: el sentido de supervivencia.

La naturaleza de los animales es así, pero, ¿y la de los objetos? ¿Cómo pueden conllevar a un proceso antes establecido si no poseen una naturaleza propia, sino adecuada a la luz de un tercero, a saber: un creador? Esto suponiendo que nosotros, creados por los procesos naturales (producto de la creación desagradable de Dios), somos independientes al deseo del supremo (mucho más adelante se tratará este tema cuando analicemos la naturaleza del objeto antinatural). Se responde así: las cosas no tiene un comportamiento absolutamente independiente en cuanto que son creadas por un hombre (al menos por ahora) sino que dependen fundamentalmente de la causa humana o de sí misma. Me explico tanto mejor: aquella cosa que no sea animal, sino objeto (entendiendo "objeto" no como fin, sino como artículo), la denominamos "objeto natural", y aquella cosa que sea objeto procedente de los hombres, la denominamos "objeto perverso".

El objeto natural es todo aquello que no necesita de la mano del hombre para nacer, como las formaciones rocosas, el océano, etcétera; todo objeto natural que no es causado por el humano es, en efecto de su existencia, causa de un hilo de más causas.

El objeto perverso es aquello manufacturado por el hombre. Muchas veces este objeto es generado a uso de las materias primas ocasionadas por los objetos naturales, como se explica con el ejemplo del árbol y el lápiz.

Ahora, ¿cuál es la naturaleza en sí, o mejor explicada de los objetos perversos? La cosa llamada hombre, decimos nosotros. Esa que tiene su propia naturaleza perturbadora y perversa, llena de tantas impurezas que la hacen incluso bella a los ojos del mejor pintor. Decimos "la naturaleza de los objetos perversos está en el hombre",porque los objetos perversos se originan a según de su creador supremo: el humano; actúan por tanto en su virtud (si no lo hace, ¡qué porquería! A fin que es subjetivo, no universal), pero, ¿qué virtud? De la naturaleza humana, que estaremos explicando a continuación