YO ESTUVE AHÍ

CAPITULO 7

No, no estoy triste, estoy viviendo de la paz del comienzo...

 Hoy es el día en el que escuché el ruido de las flores mientras el aire las agitaba, los árboles, el viento, las aves, hoy suelto mis ganas de pedirte que te quedes, se han ido, las estoy soltando en estos momentos para así soltarte a ti, no importa... lo aprendí en el momento correcto, tenía que intentarlo cien veces, para luego no reprocharme que por mi culpa no estás, hoy empiezo una nueva vida, pero necesito soltarte, y por eso son estas palabras.

Te suelto...

Suelto la parte de mí que te perseguía, suelto tu alma porque la mía aceptó que no necesita complementarse para continuar, estoy feliz de soltarte y de soltarme a mí, porque me había encerrado en una jaula llamada como tu, una jaula que representaba el amor de mi vida, pero hoy... he salido de ella.

El cambio es bueno, te hace ver expectativas distintas y te llenas de valor para conseguir lo que te propones, es lo que deseo para mí, pues es lo que seguramente me hará sobrevivir, quiero ir por todo, abandonar mis miedos e ir por todo, hasta por el aire si es necesario.

 Esta vez voy a estar comenzando de cero, pero lo haré bien, lo haré conmigo y mis cinco sentidos bien puestos para enfrentarme a lo que venga o lo que sea, quiero cuidar de mi salud mental tanto como lo hago con el físico, es importante saber que eso es lo que nos mantiene advertidos de toda imprudencia, es importante cuidarnos y amarnos como ninguna otra persona que llegue a la vida de cada uno lo hará o sea capaz de hacerlo por nosotros.

Te libero y te suelto, porque no me sirve tenerte acá cuando realmente estás tan lejos de mí, ya no pienso que las circunstancias puedan tener arreglos y tus misiles ya han sido disparados, me toca lanzar los míos e ir por algo que llene mis expectativas con buenos motivos.

Esta es mi lección, es la paz de un nuevo comienzo para mí, así que me despido con todo de mí, con mi ser, mis estrellas, mi luz, buscaré un nuevo comienzo, esta vez será distinto.