Bellarke (One shots)

No voy a perderla de nuevo

Bellamy

- Tuvimos nuestro tiempo... - Gabriel decía con lágrimas en los ojos y con la voz temblorosa, como si estuviera a punto de romperse - pero ahora tengo que dejarte ir.

Fue lo último que le dijo a Josephine antes de inyectarle una sustancia desconocida en el brazo de Clarke. Ésta de inmediato comenzó a sentir el poder de la inyección, pues sus pupilas se dilataron mucho mientras mantenía la mirada fija en el rostro de Gabriel, incrédula de que el amor de su vida le estuviera poniendo fin a la suya. Los huesos de su clavícula se marcaron más en su piel mientras ella abría la boca intentando inútilmente tomar aire.

Octavia y yo observábamos a un lado de la camilla como lentamente el cuerpo de Clarke iba perdiendo fuerzas mientras Josephine moría. Yo estaba impaciente, quería que se fuera de una vez para que Clarke pudiera volver. Y aunque sabía que Gabriel debía estar sufriendo como nunca al hacer esto, a mí no me importaba en lo más mínimo, pues su amada tomó el cuerpo de la mía. Sí, yo ya tenía muy claro cuánto amaba a Clarke. Lo supe desde el día que pensé que la había perdido, cuando miré a sus preciosos ojos azules y noté que el brillo encantador que tenía ya no estaba, sino que lo reemplazaba una mirada desconocida llena de maldad y odio.

Cuando quedé paralizado en el piso tras ser atacado por la intrusa de su cuerpo y verla frente a mí y escucharla me hizo sentir el dolor más intenso que alguna vez pude experimentar. Aún recuerdo sus palabras... "Josephine Lightbourne, un placer conocerte", me dio una impotencia terrible saber que la habían asesinado, pensar que alguien la tocó y arrebató la vida de su cuerpo para meter el alma de otra persona dentro. Y lo que más me carcomía en mi interior era el imaginar cuánto miedo tuvo, ¿qué tan aterrada debió de estar? ¿qué tanto se esforzó por gritar, por moverse, por vivir?

Por eso no tenía remordimiento alguno ni lástima al ver como Josephine abandonaba el cuerpo de Clarke. Su cuerpo dejó de tensarse y sus extremidades fueron relajándose y cayendo sobre la camilla. Su rostro fue apagándose y mientras parpadeaba rápidamente supuse que estaría viendo blanco, no sabía si era verdad que cuando alguien estaba a punto de morir veía todo su alrededor de ese color pero yo anhelaba que fuera así, significaría que estaba viendo el color de la muerte.

Gabriel sollozó mientras las lágrimas caían por sus mejillas, él por fin entendía mi dolor, por fin pudo ver al amor de su vida desaparecer ante sus ojos. Yo lo experimenté cuando tuvimos que dejar la Tierra abandonando a Clarke cuando Praimfaya venía, y durante seis largos años estuve odiándome por no haber sido yo, por no haberla acompañado, por no haberla esperado un poco más... por no haberle dicho que la amaba. Para entonces yo no tenía claro mis sentimientos, pero siempre supe que Clarke era muy importante para mí, que mi vida ya no sería la misma si no se encontraba en ella. Y mierda, cuánto la extrañaba.

Antes de que diera su último aliento, Gabriel se inclinó hacia ella, cerca de su oreja y le susurró algo que no logré entender, suponía que alguna frase común de Sanctum. Luego se alejó de ella para tomar una navaja y unos fórceps de la mesa cuando de repente el electrocardiograma comenzó a pitar en un mismo tono indicando la muerte de Josephine. Me sentí aliviado al ver la escena pero muy nervioso por lo que se avecinaba, necesitábamos regresar a Clarke a la vida.

Gabriel se acercó nuevamente a Clarke y me pidió ayuda para girarla de costado, de inmediato fui a su lado y seguí las órdenes que me daba.

- Debemos sacarle el chip - dijo y me preparé con gasas para cubrir la herida que le quedaría en la nuca.

Él acercó la navaja a su piel y comenzó a cortar dejando salir la sangre negra que poseía, después metió los fórceps y tomó el chip para después sacarlo de su cuerpo. Era muy parecido al que Murphy le puso a Clarke para derrotar a Allie y contuve las ganas de arrebatárselo de las manos y pisarlo con mi bota.