SHADOWHILL

11

- ¡April! Te he estado buscando -dijo Sophie, exaltada.

- Pues aquí estoy -le sonreí. 

- Tengo que hablar contigo, pero ahora llego tarde. ¿Nos vemos a la hora de la comida? 

- ¡Claro! -le contesté, riéndome al verla tan nerviosa y corriendo hacia su próxima clase.

Las siguientes clases pasaron rápidas, casi como si alguien le hubiera dado un botón. Salí de Inglés con Kristen, y nos dirigimos al comedor. 

- ¿Sabes? Ya queda muy poco para el baile -me dijo, con aire soñador-. ¿Sabías que pueden pedirlo tanto chicos como chicas? Aunque sea un baile más bien tradicional, en ese tema son muy modernos.

- Menos mal, porque hay muchas cosas del siglo XIX que huelen muy rancio -le contesté. En realidad estaba algo incómoda con el tema del baile. Se debatían en mi interior dos Aprils: la que quería acudir al baile con su príncipe azul y la que quería mandar todo el tema a la mierda. Y así se lo hice saber a Kristen.

- ¡Oye! De eso nada. Si no, siempre podemos ir juntas -me guiñó un ojo-. Aunque no eres demasiado mi tipo. 

Me reí. 

- ¿Me acabas de rechazar sin siquiera haberme declarado? -le pregunté, haciéndome la ofendida. 

- Así es -me contestó, entre risas-. Igualmente, no tienes nada de lo que preocuparte. Seguro que tu caballero andante, el príncipe Adrien, te lo pide pronto. 

- ¿Por qué iba a pedírmelo? Apenas me conoce.

- Puede ser, pero desde que llegaste no ha tenido ojos nada más que para ti. Y lo sabes. Y luego está todo ese rollo que tenéis con lo del beso... -dijo, poniendo los ojos en blanco. 

- ¡No hay ningún beso! -reí-. ¡Para!

- Todo esto me lleva a mis deberes como tu instructora de baile en Shadowhill. Te lo contaré todo. Debes estar preparada -me dijo, señalándome con su tenedor. 

Yo me reí, cogiendo un trozo de pan. 

- ¿Sabes? Lo estoy deseando -le contesté. 

- ¡April! -Sophie prácticamente corrió hacia donde estábamos. Al ver a Kristen, entrecerró los ojos, mirándola con una mueca de asco-. Ugh. 

- ¿Qué pasa? -le pregunté. 

- Mmm... Perdona -dijo, sacudiendo la cabeza-. ¡Adrien me ha dicho que quería verte! Te lo tenía que haber dicho antes, pero se me había olvidado completamente, y luego llegaba tarde... Bueno, me ha pedido que te avisara de que iba a estar en la biblioteca toooda la tarde. Por si te querías pasar a verle después de comer -me guiño un ojo-. Sólo eso. Bueno, ¡me voy que me muero de hambre! Luego nos vemos. 

¿Que Adrien quería verme? Me sonrojé al pensar en nuestro último encuentro en la biblioteca. 

«Por dios, April, para» me dije, intentando serenarme. 

-  Vaya vaya... Hablando del rey de Roma -dijo Kristen, sonriéndome. 

- Para, no sigas por ahí -le advertí, riéndome-. Es una tontería. 

- ¿Qué te apuestas que te va a pedir lo del baile? Es en sólo tres semanas. 

- ¡Qué va! Será algo de clase. Ni lo pienses. 

- Por favor. Mírame a los ojos y dime que no estás nerviosa por saber si bombón francés va a pedirte que vayas al baile con él. 

- No estoy nerviosa -mentí.