Capítulo 7

859 103 6
                                    

Al día siguiente la noticia de lo ocurrido a la estrella de Hollywood en Corea ocupó todas las portadas de los diarios y revistas del corazón. La prensa dio titulares como «V un rehén liberado» o «Los agentes coreanos evitan un conflicto internacional». Aunque el que más gracia les hizo fue «Actor de Hollywood salvado por los nuestros. Los agentes coreanos.»

—Podían hacer una película de esto —se mofó Jin mirando el periódico.

—No te extrañe que la hagan —sonrió Jungkook poniéndose una camiseta blanca mientras escuchaba de fondo la música de su artista favorita "IU"—. A los gringos les encanta reflejar en el cine este tipo de cosas.

—Oye... pues espero que piensen en nosotros. No estaría mal participar en un rodaje y ser famosos —rió Jin dejando a un lado el periódico—. Aunque conociendo a estos gringos pondrán al imbécil ese de Park Bogum en el papel principal.

Jungkook se carcajeó.

—Anda... deja de hablar de ese estirado y vamos a entrenar. Lo necesito.

—Oye Kook, grábame este CD de IU.

—¿El de IU?

—Sí. Creo que mi Nam me lo tiró a la basura. ¿Te puedes creer que dice que no soporta esta música con lo buena que es?

—Es tu maridito —susurró Jungkook consciente de lo mucho que atraía a sus conquistas aquel tipo de música.

Divertidos por los comentarios que soltaron respecto a IU, se encaminaron hacia el gimnasio.

—¿Todo bien Kookie? —preguntó Jin a Jungkook.

—Sí. Y deja de llamarme Kookie o te arrancaré los dientes.

Jin rió y respondió tras darle un puñetazo cariñoso.

—Es que me pone... Kookie.

Ambos sonrieron por aquello y volvió al ataque.

—Él está muy guapo.

—Siempre lo fue —respondió acelerando el paso.

—¿Por qué no le dijiste que eras tú? Quizá te recuerde.

—No era buena idea.

—Joder, macho que ese era V.

—Yo Jeon Jungkook ¿Cuál es la diferencia?

Con una sonrisa socarrona Jin miró a su amigo y murmuró:

—No te lo tomes a mal, pero las piernas de él me gustan muchísimo más que las tuyas, entre otras cosas.

—Cállate —ordenó.

—No me jodas, Kook. Que estamos hablando de uno de los actores más queridos de Hollywood. El que los directores de todo el mundo se rifan para trabajar con él, sin contar con que la humanidad está rendida a sus pies.

—Gracias por la información Jinnie. No lo sabía.

Aquello hizo sonreír a Seokijn. Si algo tenía claro aquel era que su buen amigo conocía absolutamente todo de aquel actor. En más de una ocasión le había pillado observando una foto suya en prensa o leyendo alguna crítica de sus películas.

—Oye... no es por meter cizaña, pero la escena de la película que vimos el otro día, esa en la que él sale con esos boxers apretados. Dios ¡qué cuerpo!

—Me estás cabreando —resopló Jungkook.

—¿Por qué? Solo hablo de un actor de Hollywood.

—Háblame de ti —se mofó Jungkook—. Eres más interesante.

—Gracias, pero prefiero hablar de ese bombón.

Cansado de aquella insistencia Jungkook repitió.

—No quiero hablar de ello ¿de acuerdo, Jinnie?

—Kook escucha —dijo deteniendo el paso—. Lo que ocurrió fue hace siete años, todos éramos unos críos y estoy seguro que él guarda también buen recuerdo de ti y...

—¿Por qué no cierras el pico de una puta vez?

—Porque soy tu mejor amigo y sé lo que piensas. No hablo de que estés enamorado pero...

—¡¿Enamorado?! ¡Pero qué jodida chorrada estás diciendo! — gritó descompuesto.

Al ver la cara de mala leche con que su amigo le miraba retrocedió un paso.

—De acuerdo... me he pasado, lo reconozco. Soy un bocazas.

—Joder, ya con esto —protestó.

—Ese actor te dejó marcado y...

Al límite de su paciencia Jungkook le empujó contra la pared.

—Lo que ocurrió fue algo que ninguno provocamos, pero pasó. Ahora, podrías hacer el favor de callar esa puta bocaza antes de que me cabrees y te la cierre yo de un puñetazo. No estoy de humor y te aseguro que me estás llevando al límite de mi paciencia, y por mucho que te quiera como amigo y exista confianza entre nosotros, si continúas con ello, te juro que te lo voy a hacer pagar.

Dicho esto, Jungkook, separándose de él, comenzó a caminar. No le gustaba hablar de aquello, ni recordarlo. Pero conocía a Jin y lo cabezón que era. Dos segundos después le dio alcance:

—De acuerdo. No hablaré más de ello. Pero si yo hubiera sido tú, le hubiera saludado. No todo el mundo ha estado casado, aunque fuera quince minutos, con el macizo de Kim Taehyung, el actorcito V.

Mi novio es una estrella ❀ KookVWhere stories live. Discover now