Capítulo 18

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En el Loop, aquella noche se celebraba una fiesta y medio pueblo de Busan acudió a divertirse al local. Jungkook y Jin acompañados por Eun Woo y Namjoon cenaban en una de las mesas mejor situadas. La noche se presentaba divertida y Jungkook sonrió. Eun Woo estaba especialmente guapo aquella noche con aquella camisa tan sexy y, además, muy caliente, a juzgar por las cosas que le ronroneaba al oído. 

Lo besó en el cuello. Aquel joven era una máquina sexual y siempre que quedaba con él en la cama los dos lo pasaban fenomenal. Tiempo atrás, en su quinta cita, Jungkook habló claramente con él. No quería hacerle daño. Él no quería una relación seria ni formal con nadie y se sorprendió cuando Eun Woo le confesó que le gustaba ser libre a nivel de pareja para hacer con su vida lo que quisiera. Aquella rotundidad animó a Jungkook a volver aquedar en más ocasiones con él. 

Namjoon, el marido de Jin, aún creía en el amor. Era un romántico empedernido y estaba convencido de que tarde o temprano Jungkook y su amigo Woo formalizarían su relación. Los implicados decidieron seguirle el juego, ya se daría cuenta que lo suyo era puro sexo. 

Eun Woo no solo era muy guapo, sino que era tremendamente sexy. Años atrás apareció un día en Busan y tras encontrar trabajo en el parador, allí se quedó. No era un hombre que despertara muchas simpatías, en especial entre los chicos. Su sexto sentido les avisaba deque Woo no era un hombre de fiar. Su cuerpo con curvas, su sinuosa voz cargada de erotismo y su pasión en la cama volvía locos a todos con los que se había acostado, y, por supuesto, a Jungkook. Él era un hombre desinhibido al que le gustaba probar de todo y eso¿a quién no le gustaba? 

—Jinnie, pídeme una coca-cola —pidió Namjoon a su marido.

—Ahora mismo, precioso —asintió. Y echando un vistazo a un lateral del local dijo:—Anda... mira ahí vienen Jinyoung y Mark. 

Con aplomo varonil y seguridad se acercaron a ellos dos de sus compañeros de unidad. Dos ligones en potencia que solo buscaban lo que muchos hombres: rollos de una noche y nada más. Eun Woo, que había compartido momentos íntimos con Mark, sonrió al verle y este lo saludó. La complicidad que aquellos compartían nunca había importado a Jungkook. Los tres eran adultos y tenían muy claro lo que querían. 

—Está hoy animado el Loop —comentó Jinyoung tras abrazar a Namjoon. 

—Sí. Con esto de la fiesta  parece que la gente ha salido de sus casas a pesardel frío —asintió él y mirando a su marido que saludaba a Mark insistió—: Jinnie miCoca-Cola. 

—Tomaaaaaa tu Coca-Cola, cielo. —Le entregó Jin la bebida. 

—Aisss el churri qué lindo es —se mofó Mark haciendo sonreír a Jungkook. 

Durante un buen rato los seis charlaron mientras escuchaban a un grupo tocar su música. Una música que les incitaba a moverse aunque solo fuera la punta del zapato. Namjoon sacó a Jinyoung a bailar que aceptó encantado. Jin al ver a su esposo tan animado sonrió. Adoraba a aquel hombre a pesar de que en ocasiones le volvía loco. Instantes después Mark, tras cruzar una significativa mirada con Jungkook, se levantó e invitó a Eun Woo a bailar. Él aceptó y segundos después, en la pista, comenzó a mover sinuosamente su cuerpo. 

Jungkook miraba divertido a la gente pasarlo bien. Acostumbrado a la tensión de su trabajo ver que la gente sonreía y se divertía era una de las mayores satisfacciones que podía tener. 

—¡Joder hombre! El rubio que está con Jackson, el del parador, tiene un culito digno de forrar las mejores pelotas de tenis —murmuró Jin señalando hacia la barra. 

Jungkook miro hacia donde su amigo decía y asintió. En la barra un joven de pelo rubio se movía al compás de la música dejando entrever su culito respingón mientras hablaba con un tipo bastante más alto que él. 

Mi novio es una estrella ❀ KookVWhere stories live. Discover now