Capítulo 26

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La cena se retrasó. Hoseok, el hermano que trabajaba en Seoul para una revista, no llegaba. Pero cuando las tripas de todos comenzaron a rugir por fin apareció como un vendaval. 

—Ay Dios... perdónenme todos pero tenía que cubrir una noticia y mi jefe... 

—¿El impresentable?—preguntó Lisa. 

—Sí, ¿quién sino? —respondió Hoseok repartiendo besos y abrazos—, El muy imbécil a pesar de que hoy era mi último día me ha martirizado como siempre. Y les diré algo más, he estado a puntito de graparle las orejas a la mesa por fastidioso, pero al final he pensado eso que papá siempre dice de dejar las puertas abiertas para el futuro. 

—Hiciste bien, cielo. En esta vida nunca se sabe —asintió su padre tras darle un cariñoso abrazo. 

—¿Te ha despedido? —preguntó Irene preocupada. 

—Hoy cumplía mi contrato y directamente no me lo ha renovado. Según él, con la crisis existente han de rebajar la plantilla. Por lo tanto ¡estoy en paro! Y para colmo el portátil que me entregó la empresa se lo ha quedado. ¡Estoy sin portátil! —gritó—. ¿Qué va a ser de mí? 

—Hombre... en tu habitación tienes tu PC —sonrió Lisa. 

—Sí... si tenerlo, lo tengo... pero es que es de la prehistoria y ahora en paro no puedo comprarme uno nuevo. ¡Estoy en quiebra! 

El abuelo tras abrazar a su alocado nieto, con el que tanto se divertía, levantó un puño y respondió: 

—A ese jefe tuyo, mándale a la misma. Si le cojo yo a ese ¡le mato! 

Hoseok, divertido, volvió a decir. 

—Abuelito me ha mandado él a mí —suspiro resignado—. Solo espero tener una noticia sensacional algún día para poder darle con ella en todos los morros cuando se la venda a otra editorial. El día que consiga esa noticia, haré que se arrastre a mis pies.

Todos sonrieron. Si algo tenían claro era que Hoseok cumpliría con subjetivo. Machacar a su jefe y darle un escarmiento tardara lo que tardara. 

Cuando hubo saludado a todos los presentes se fijó en un muchacho rubio de ojos claros que Jungkook le presentó como Taehyung, un amigo. Tan sorprendido como el resto de su familia se acercó al joven y tras darle una reverencia lo miró con curiosidad. 

—¿Nos conocemos? 

Incómodo por cómo le observaba, Taehyung se colocó el flequillo tras la oreja y respondió: 

—No...no creo. 

—Pues me suena un montón tu cara. ¿Dónde te he visto antes? —murmuró escrutándolo con la mirada. 

Sabía que lo había visto ¿pero dónde? 

Nervioso, miró a Jungkook, pero intentando aparentar tranquilidad sonrió. Entonces, el padre del joven curioso dijo acercándose a él: 

—Es de Daegu, quizá lo hayas visto en alguno de tus viajes, cielo.

Jungkook miró a su padre. Este levantó su cerveza con complicidad y sonrió, y Jungkook maldijo para sus adentros. Su padre, definitivamente, se estaba dando cuenta de algo. 

—¿De Daegu con el acento que tiene? —preguntó Hoseok con comicidad. 

—Bueno, la verdad es que viajo mucho. He vivido en Estados Unido muchos años yde ahí mi acento —susurró el joven al punto del desmayo. 

Radiografiándolo, Hoseok se fijó en su muñeca. 

—¡Me encanta tu reloj! Es muy bonito. 

Taehyung se fijó en su muñeca y al ver que llevaba el carísimo reloj Piaget fue a decir algo, cuando Jungkook se interpuso entre ellos abrazando a su hermano. 

Mi novio es una estrella ❀ KookVWhere stories live. Discover now