36. Caso "Enhydrina"

1.4K 198 36
                                    

Decidí irme a casa andando. Necesitaba tiempo. Tiempo. Es lo que siempre se decía. Aunque no creía que el tiempo resolviera nada en este caso. ¿El tiempo iba a hacer que Lena no fuera un vampiro? ¿El tiempo iba a conseguir borrar todas las muertes de Lena? ¿El tiempo iba a conseguir que pudiera mirar a Lena como antes? ¿El tiempo iba a hacer que mis sentimientos por Lena desaparecieran? Honestamente, en ese momento, creí que todas las respuestas eran negativas...

La calle estaba desierta y oscura. La noche había caído sin que me diera cuenta. No había notado la oscuridad que me rodeaba cuando fui al D.E.O. y a mi casa. Estaba tan concentrada en Lena que no le presté atención al ambiente. Ella había absorbido toda mi atención y no había hecho nada para impedirlo. ¿Realmente quería evitar pensar en ella ahora? No. La respuesta era no. Necesitaba pensar en ella, necesitaba aclarar mis ideas, necesitaba saber qué hacer a continuación.

El camino de vuelta fue solitario y silencioso. Me negué a pensar más en ese tema hasta llegar a casa. Un descanso no me vendría mal. No sabía qué hora era y mi cuerpo estaba totalmente dolorido. Lo había olvidado mientras conversaba con Lena. Otra vez, ella había absorbido toda mi atención y ya no recordaba las palizas que me había dado Lex. Lex. No. No, no tenía que estar pensando en eso otra vez. No.

Mis intentos de evadir mi mente de ella eran inútiles. Intenté aumentar el ritmo de mis pasos, pero mis piernas se resistieron. Necesitaba la luz solar para recuperar todo mi esplendor. Tenía que hacerse de día ya. Por favor...

Mi mente, por fin, decidió entretenerse con algo más. Decidí pensar en Streaky. En el día en que lo encontré. En cómo se acercó a mí. Recordé lo que ocurrió cuando lo llevé a casa y todos los vieron. Entré por la puerta más feliz que nunca con él en brazos. Nada más entrar, me encontré con Eliza y Alex, las dos buscando por mí. Yo tan solo les sonreí, levante a Streaky para que pudieran observarlo bien y grité su nombre. Había pasado muchas aventuras con él. Siempre sabía sacarme una sonrisa en los peores momentos y aún lo seguía haciendo. Lo quiero mucho.

Esa distracción me sirvió para llegar al piso. Abrí la puerta y apareció él corriendo. Lo cogí en brazos y me senté en sofá con él. Me encontraba mirando a la tele apagada y a oscuras. Quería dormir, descansar mi cuerpo hasta el amanecer, pero sabía que no iba a ser capaz. Sabía que ella se entrometería en mis sueños. Y dudaba si quería que eso pasara o no.

Esos sueños... seguía sin saber qué eran, qué significaban. ¿Era algo que ocurría porque ella era una vampira? Era la única explicación que encontraba. Recordé que Lucy había tenido ese mismo sueño antes de morir. Aunque su contenido era bastante diferente al mío. Que yo tuviera esos sueños... ¿significaba que ella me iba a matar? ¿Yo era la siguiente? A mi memoria vino una frase parecida. Una que había dicho Lena mientras nos peleábamos cuando yo supuse que ella era la asesina. "¿Crees que yo la maté? ¿Crees que mato a mis amantes? ¿Cómo una mantis religiosa? ¿Qué me como su cabeza? ¿O más como una viuda negra? Lamento decirte que, si fuera así, la siguiente serías tú". La siguiente sería yo. ¿Lena quería acostarse conmigo? ¿Lena sentía algo por mí? Ni siquiera me había dado cuenta de eso en ese momento. Tal vez, solo lo había dicho para que me molestara. Sí, seguro que fue eso. Lena no sintió nada por mí antes. Porque si llega haber sido así, estaba segura de que yo lo había estropeado cuando ella encontró mi verdadera identidad. Y no quería pensar que yo había fastidiado la oportunidad de estar con ella. No quería creer eso.

La antigua conversación siguió reproduciéndose sin pausa en mi cabeza. Vino a mi cabeza como intenté hacerme la dura cuando mencionó que podría matarme. "Realmente lo dudo, señorita Luthor". No pensé que podría, yo era una kriptoniana y ella era tan solo una simple humana, no tenía nada que hacer contra mí. Estaba tan equivocada... "¿Crees que no sería capaz de matarte?" Una lágrima cayó por mi mejilla. Deseaba con todas mis fuerzas que la respuesta a esa pregunta ahora fuera un no. Que ella no fuera capaz de matarme. Que nuestra amistad fuera significativa para ella en un principio y que todo eso la impidiera matarme. Porque yo no me creía capaz de hacerle daño a ella para defenderme. No iba a hacerle daño. Nunca. "Eso es exactamente lo que estoy diciendo, Lena". Y entonces, la última frase llegó a mi cabeza. "No tienes ni idea de lo que soy capaz, Danvers". No, no tenía ni idea de lo que era capaz de hacer. Capaz de matar a 6 personas. No podía aún creérmelo.

Smart Investigations [Supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora