2. El principio

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Astra siempre me enseñaba muchas cosas interesantes. Siempre fue mi tía favorita desde que recordaba. Ella me estaba leyendo algo de un libro cuyo nombre no podía recordar ahora mismo, pero podía ver que la hacía muy feliz estar aquí conmigo. A mí también me hacía feliz estar con ella. La quería mucho.

Un sonido en la puerta nos interrumpió. Pude ver cómo mi madre entraba en la biblioteca con nosotras. Tenía un aura de preocupación en su rostro. Tal vez algo no iba bien en el trabajo. Mamá siempre había dicho que su trabajo era muy difícil.

- Alura, ¿qué ocurre? – fue mi tía la que habló de primero.

- Astra, ¿puedes acompañarme por favor? Y, Kara, cariño, es tarde, hay que irse a cama, ¿vale?

Yo asentí con la cabeza y vi como las dos mujeres desaparecían en la puerta mientras yo me quedé sentada sola. Algo malo estaba pasando podía sentirlo.

De repente, sentí una pequeña presión en mi mejilla. Cada vez era más fuerte. Sentía cómo esa presión movía mi cabeza.

Abro los ojos y lo primero que veo es a Streaky delante de mi cara. Sus patitas estaban en mi mejilla. Al retirar las patas del gato, pude sentir que estas estaban mojadas. Llevé mis manos a mis ojos y sentí las lágrimas caer por ellos. Últimamente, solo soñaba con los tiempos que viví en Krypton.

Me incorporó, haciendo que Streaky se tenga que mover el cual me maúlla como enfadado. Entonces, abro los ojos completamente.

- ¡Por Rao! ¿Qué hora es? – me giro hacia la mesilla de noche rápidamente y observó el teléfono. Las 08:50h. – No puedo llegar tarde. No.

Me levanto de la cama tropezándome con las sábanas de esta. Abro el armario y me pongo rápidamente una camisa blanca y un pantalón negro. Me giro hacia la silla cogiendo la chaqueta que había dejado allí poniéndomela y, por último, me pongo los zapatos.

Cojo otra vez mi móvil y vuelvo a mirar la hora. Las 08:54h. ¿Cómo pude haberme quedado dormida? Voy corriendo al salón y recojo el sobre con las fotos que necesitaba y la cámara. Vuelvo otra vez a la habitación, tendré que irme volando si quiero llegar a tiempo.

Me acerco a la ventana y miro hacia la cama. Allí se encontraba Streaky tumbado mientras me miraba fijamente.

- Está vez quédate aquí. Ni se te ocurra marcharte, eh.

Él me gira la cabeza como si estuviera tratando de entenderme. Espero que me haga caso. Salgo por la ventana y vuelo alto para no ser vista por nadie. Suerte que la agencia estaba a unas cuantas calles de mi piso.

Aterrizó en el pequeño callejón al lado de la agencia. Vuelvo a mirar mi móvil. Las 08:59h. Justo a tiempo. Salgo del callejón y me acerco a la puerta colocándome bien las gafas. El señor Evans ya se encontraba en la puerta esperándome.

- Buenos días, señor Evans. – digo mientras saco las llaves de la puerta de mi chaqueta y abro la puerta.

- Buenos días, señorita Danvers.

Abro la puerta y dejo que pase el primero. Los dos nos dirigimos hacia mi despacho. Abro la puerta y le indico con mi mano al señor Evans que se siente.

- Puede sentarse, señor Evans.

Le doy la vuelta al escritorio y me siento del otro lado de este. Coloco la cámara a un lado del escritorio y el sobre enfrente del señor Smith dejando mi mano encima. Veo como el señor Evans lo mira nervioso. Puedo ver en sus ojos el miedo, miedo por saber lo que se encuentra dentro. Miedo por saber si realmente sus sospechas son ciertas.

Smart Investigations [Supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora