EL VIAJE

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PAULA

Organice un rápido desayuno por mi cumpleaños. Le pedí ayuda a Rouse y ella muy sorprendida, pero fascinada accedió. Me ayudo a convencer a Michael y a decirle a papá, pero el motivo en realidad fue él , Ocean. Quería que estuviera aquí, quería pasarlo con el, quería un buen cumpleaños al lado de la única persona con la que había logrado abrirme al fin, porque tenía tanto tiempo que no me sentía así de bien como para celebrar. Los años anteriores dejaba que pasara totalmente desapercibido el día.

Lo estaba pasando bien a excepción de papá y su discurso para quedar bien frente a los demás. Nunca me dice nada de nada y casualmente hoy sale con que me ama y que está contento porque estoy aquí. Sé que le agrada mi amistad con Ocean por su amigo y si yo fuera la de siempre jamás me hubiera acercado a él solo para fastidiarle la vida, pero aunque quisiera me es imposible no querer estar cerca.

Después de desayunar subimos a mi habitación y él se sentó en el sofá. Creo que no le gusta estar cerca de mí a solas en mi cuarto, sentí como su cuerpo se puso tenso cuando le mencioné que viniéramos, pero jamás diría o haría algo para fastidiarlo. Me gusta estar con él aquí o donde sea.

Me puse a dibujarlo para matar el tiempo mientras Rouse nos decía a donde iríamos a pasar el día. Me acosté boca abajo sobre la cama con mi libreta y vi que se puso incomodo así que decidí solo sentarme en una orilla de la cama para que pueda relajarse.

-¡Estate quieto por favor, arruinas mi dibujo! -le indico.

No para de moverse, cambia de posición una y otra vez.

-Todo sería más fácil si no me hubieras dicho que me estabas dibujando, me pongo nervioso -dice.

Se queda en la misma posición por un rato, pero parece que apenas y puede respirar.

-Te pedí estarte quieto, no dejar de respirar -me echo a reír fuerte y pone cara de pena.

-No te burles -me señala.

Me doy cuenta de que le cuesta trabajo así que le sugiero que nos tomemos un descanso y él accede. De todas maneras ya había terminado con él, solo me faltaban algunos detalles del sillón y la ventana, pero quería que se mantuviera más tiempo así porque me gustó estarlo observando ahí tan quieto. Es guapísimo y no había pensado que era guapo jamás. Me parecía atractivo y ya, pero mirarlo tanto tiempo ahí me ha dejado observar cada detalle de él y me parece hermoso. Justo como solo puede serlo una estrella de rock.

-¿Cómo te lo estás pasando? -me pregunta.

Se levanta del sillón y se sienta en el borde de la cama.

-De lo mejor -confieso completamente honesta.

Ha hecho de este un gran cumpleaños y ni siquiera tiene que esforzarse por hacer absolutamente nada, me ha bastado su presencia.

-¿Y cómo te sientes?  -.

Me está mirando fijamente y sé a qué se refiere, pero pensé que no hablaríamos de eso tan pronto. Deseaba que no sacara el tema.

-¿Sobre qué? -.

Decido no voltear y sigo enfocada en la libreta perfeccionando el dibujo.

-Lo de Londres -.

De reojo me doy cuenta de que sigue mirándome esperando que diga algo ¿Qué le sucede a este chico? ¿Por qué tiene que ser así de insistente? No tengo nada que decir, yo solo hablo por hablar. Jamás pienso en lo que voy a decir antes de, por eso la súper cago siempre. Ayer solo fue un momento de honestidad pura y por eso lo solté todo, pero odio tocar el tema.

CUANDO EL AMOR NO PUDO SALVARNOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora